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sábado, 12 de julio de 2014

Saltos en el tiempo



El preciso instante en el que Jean Fleury, patrón de un barco hecho pedazos y navegante arruinado, se sienta en una taberna cualquiera de la costa de Jamaica para beber hasta perder el sentido y poderse olvidar de la ruina y la desesperación. En la mesa de al lado se van a sentar dos marinos que hacen su última escala antes de cruzar el Atlántico de vuelta a una Europa que se desangra en decenas de guerras por el poder político y religioso. El viaje es peligroso, y los marineros han entrado a la taberna para beber hasta desmayarse antes de tener que afrontar la travesía. Fleury aún no lo sabe, pero las escasas monedas que lleva en el bolsillo le impedirán emborracharse. Aún fresco, escuchará a los dos marinos contar a las prostitutas los tesoros que llevan en sus barcos. Cortés acaba de saquear el palacio de Montezuma y envía a Carlos V el botín obtenido para que en Europa pueda seguir corriendo la sangre. Sin embargo, como viene haciendo desde el principio, el conquistador oculta al monarca que ha fletado dos barcos más en los que manda a su familia una parte de las riquezas robadas. Fleury esperará pacientemente hasta que se haga de día, apurando una única copa de ron. Seguirá a los dos marinos con su barco y los asaltará el 20 de diciembre de 1522, cerca del Cabo de San Vicente. Además de riquezas inimaginables, en el barco están las cartas de navegación con las rutas que hacen los navíos españoles. Fleury todavía está en la taberna y no lo sabe, pero está a punto de convertirse en una leyenda de la piratería.




El preciso instante en el que un juez de Chicago condena a pasar un año en prisión a George Jackson, un joven de apenas dieciocho años que ha robado setenta dólares en una gasolinera. Jackson es pobre y negro y el tribunal se lo está haciendo pagar. El juez aún no lo sabe, pero el chico que tiene sentado delante comenzará a leer y escribir en la cárcel y en sus cartas relatará el régimen de terror que viven los presos negros en las cárceles de Estados Unidos. Cada tarde, se sentará delante de una hoja de papel y describirá las torturas, el aislamiento, la vigilancia constante, la violencia extrema y las humillaciones diarias a las que es sometido por parte de los carceleros. A partir de sus publicaciones, varios miembros de los Panteras Negras contactarán con él y Jackson se unirá al partido. El juez aún no lo sabe, pero Jackson no volverá a salir de prisión nunca más: el 21 de agosto de 1971, diez años después de la primera condena, será tiroteado por los carceleros en la prisión de San Quintín. El juez aún no lo sabe, pero tiene en sus manos la vida de ese chico de dieciocho años y no va a dudar en ayudar a apretar el gatillo. 



El preciso instante en el que Qiu Jin, escritora y miembro de varias conspiraciones para derrocar a la dinastía Qing, se sienta en una mesa de madera y escribe versos llenos de rabia y de dolor. Escribe "No me digas que las mujeres/ no están hechas de la madera de los héores./ Yo sola cabalgué sobre vientos/ en el mar del este durante trescientas mil millas." Escribe: "Avergonzada, no he hecho nada/ ninguna victoria en mi nombre./ Solo hice sudar a los caballos de la guerra." Qiu Jin aún no lo sabe, pero está a punto de dirigir una escuela para maestras en la que se entrenarán los cuadros que van a encabezar la revolución y que se convertirá en un símbolo de la insurrección contra la tiranía imperial. Qiu Jin aún no lo sabe, pero esa escuela será reducida a ruinas cuando la conspiración fracase, y entre las ruinas se oirán sus gritos durante días cuando sea salvajemente torturada. Qiu Jin aún no lo sabe y quizá no le importe, pero se levantarán estatuas en su honor y se llorará su nombre durante décadas.



[La referencia a Qiu Jin se la debo a Álex Portero, que incluyó su nombre en una de las mejores entradas de blog que he leído desde hace mucho: Memoria]

martes, 14 de mayo de 2013

la extraña maldición de predecir el futuro








Durante los años de esplendor de los circos americanos, era frecuente que estos fueran acompañados de lo que aquí se conoció como la parada de los monstruos: comparsas de seres deformes o monstruosos que exhibían sus enfermedades y trastornos para regocijo del público. Estas comparsas iban con los circos y muchas veces se convertían en el principal reclamo, mucho más que los trapecistas o los domadores. Hermafroditas, gigantes de más de dos metros, siameses unidos por distintas partes, mutilados que habían aprendido a comer o escribir con los pies, esquimales y niños con severos retrasos mentales y cráneos diminutos eran expuestos en pequeñas carpas a las que se podía entrar tras pagar algunas monedas. A veces los monstruos eran obligados a bailar delante del público, mientras sonaba una música de órgano que se accionaba con una manivela. 

Una de las comparsas más famosas a principios de siglo procedía de Europa del este. Estaba formada por una muchacha con una sola teta en el centro del torso, un chico con cráneo de caballo y Edina, una mujer enormemente obesa que predecía el futuro. Cuando alguien entraba en su carpa, Edina lo miraba y comenzaba a hablar. No utilizaba ningún método de adivinación, simplemente recordaba el futuro de la persona que tenía delante. Junto a ella se sentaba el muchacho de cráneo de caballo, que traducía los murmullos de Edina, ya que ésta estaba afectada por una enfermedad que hacía que tuviese la cara llena de pústulas supurantes. El pus que salía de las pústulas se secaba por la noche, haciendo que no pudiese abrir la boca salvo para emitir murmullos apenas audibles, que sin embargo sus compañeros entendían a la perfección. Cuando se la preguntaba de dónde venía su habilidad, Edina contaba que con trece años había sufrido una meningitis que la obligó a permanecer varios meses en la cama. Cuando se recuperó, ya tenía ese peso descomunal y esa maldición de recordar el futuro. 

Después de recorrer durante años todo Estados Unidos, Edina, la muchacha con un solo pecho y el muchacho con el cráneo de caballo fueron recogidos por el Museo Americano, en Nueva York. Allí, Edina vivió hasta los ochenta y un años, recordando el futuro de todo el que iba a verla. Se dice que era visitada con frecuencia por los círculos anarquistas de la ciudad, pero también por grandes magnates que la consultaban sobre el destino de sus finanzas. Se afirma que predijo, entre otras cosas, el crack de la bolsa de 1929. 



[esta historia la leí en el hipnótico libro "La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías". A su vez, los autores la tomaron de "The circus 1870-1950", de Noel Daniel. Las fotografías pertenecen a una exposición "Anatomical Theatre", de un museo de Alabama, Estados Unidos.]

lunes, 29 de abril de 2013

mis diez distopías



Hace unos días, un amigo me pidió que le aconsejara una distopía que no fuera 1984 ni Un mundo feliz, que ya había leído. Yo soy una auténtica fan de este género, acumulo todas las que van cayendo en mis manos, sean del tipo que sean. Así que no podía recomendar solo una. He escogido diez guiada por criterios estrictamente personales. Es decir, no son las diez mejores distopías de la Historia ni nada de eso, son simplemente las que yo recomendaría. Por supuesto, se aceptan sugerencias para ampliar la colección:


1. Nosotros, Evgeni Zamiatin (1921). Si solo pudiese elegir una de toda la lista, sin duda escogería ésta. Oscura y sombría, es una de las primeras distopías de la Historia, y seguramente una de las mejores. De hecho, el propio Orwell dijo haberse inspirado en ella para escribir 1984. Describe una sociedad en la que el control sobre los individuos es absoluto, hasta el punto de que las viviendas son de cristal para que la Policía pueda vigilar en todo momento lo que hacen sus habitantes. Los individuos no existen, ni siquiera los nombres propios. Las personas son solo números de expedientes perfectamente ordenados y clasificados. Pero el sistema no es perfecto, y la disidencia también existe. 

2. Neuromante, William Gibson (1984). Neuromante es uno de los clásicos de la ciencia ficción y del subgénero distópico por muchas razones. Una: porque si creéis que Matrix es original, es porque no habéis leído esta novela (y habla una fan de la película). Lo de conectarse a una realidad creada artificialmente mediante un aparato que entra en tu sistema nervioso ya existía mucho antes de los hermanos Wachowski, Gibson lo había inventado exactamente quince años antes. Dos: porque inventa el término ciberespacio y antecede lo que hoy es internet. Tres: porque inventa el género cyberpunk, que luego se ha convertido en un subgénero en sí mismo.

3. Picnic junto al camino, Arcadi y Boris Strugatski (1977) Inmerecidamente olvidada, es una de las grandes obras de la ciencia ficción. Ambientada en un futuro cercano, los extraterrestres han visitado la Tierra, pero ni siquiera se han molestado en intentar contactar con nosotros. Somos demasiado insignificantes para ellos. La Tierra es solo un lugar donde hacer una parada técnica, un picnic. Ni siquiera se han molestado en volver. Pero las consecuencias de su visita sí perduran. Una extraña contaminación impregna los lugares donde aterrizaron, haciendo imposible la vida en ellos. Solo se adentran allí los stalkers, merodeadores que rebuscan entre la basura extraterrestre para traer baratijas y venderlas. Tiene una versión cinematográfica mítica filmada por Tarvkovski.

4. Plop, Rafael Pinedo (2007). Posiblemente la novela que más reacciones físicas me ha provocado de todas las que he leído en mi vida. Crueldad, violencia y asco en estado puro y que te atraviesan el cerebro gracias a la poderosa voz de Pinedo. Ambientada en un mundo postapocalíptico, una especie de tribu o clan sobrevive entre la mezcla de basura y barro en que se ha convertido la superficie del planeta, imponiendo reglas que ya no respetan las costumbres que conocemos. Forma parte de una trilogía junto con Frío y Subte, tan deslumbrantes como la primera. 

5. La carretera, Cormac MacArthy (2006). También capaz de provocar reacciones, aunque a un nivel más emocional por la angustia y desesperación que es capaz de transmitir McArthy. Está ambientada en un futuro postapocalíptico en el que ha desaparecido la civilización y apenas quedan alimentos. Un padre y un hijo recorren carreteras y caminos intentando sobrevivir y buscando algo de esperanza en medio de la desolación y las ruinas. También ha tenido versión cinematográfica protagonizada por Viggo Mortensen. 

6. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, Philip K. Dick (1968). Otro de los clásicos indiscutibles de la ciencia ficción, aunque quizá algo eclipsado por su versión cinematográfica, Blade Runner. Todos la habréis visto, así que no voy a hablar del argumento, pero aún así recomiendo leer el libro. Sobre todo porque es bastante más político, se moja más en su crítica al sistema, pero también porque K. Dick es uno de los grandes y lo merece.

7. Leyes de mercado, Richard Morgan (2004). Si creéis que la crisis no puede ir a peor, estáis equivocados. Todavía puede llegar una multinacional y comprar parte del PIB de vuestro país a cambio de armamento para una guerra que ellos mismos han provocado. Todavía os pueden obligar a que os matéis entre vosotros para conseguir trabajo. Leyes de mercado es una especie de distopía económica, de alerta de lo que está por venir si seguimos así. Y eso que fue publicada antes del comienzo de la era Lemahn Brothers.

8. Cenital, Emilio Bueso (2012). En una ecoaldea perdida en el monte, sus habitantes sobreviven al colapso de la sociedad industrial, incapaz de seguir funcionando tras el agotamiento de los combustibles fósiles. Inquietante sobre todo por su veracidad, ya que basta introducir en Google los términos "pico del petróleo/oil peak" para que nos dé un vuelco el estómago. 

9. Farenheit 451, Ray Bradbury (1953). Posiblemente la distopía más conocida después de 1984 y Un mundo feliz.  La temperatura a la que arde el papel, las hogueras públicas para quemar libros, la igualdad impuesta a base de ignorancia. Bradbury dando una lección de literatura. 

10. Metro 2033, Dimitry Glukovsky (2005). Un auténtico bestseller en Rusia, aunque aquí no ha sido tan conocida. No está a la altura literaria de muchas de las novelas de esta lista, pero es una propuesta interesante, sobre todo para los que se quieran iniciar en el género y no se atrevan con novelas como Neuromante, más complejas en su prosa y su argumento. Se desarrolla en el interior del metro de Moscú, donde se han refugiado los supervivientes a un holocausto nuclear. El Metro se ha convertido en una civilización en si misma, con facciones enfrentadas en guerras violentas y estaciones que se alían entre sí para ganar territorio y poder. Lo mejor, el microuniverso que es capaz de crear el autor.

miércoles, 13 de marzo de 2013

el cielo de Pekín o de Madrid o de Buenos Aires o de Londres




Cuando volví a casa de mis padres en septiembre, dejé la ciudad para irme a vivir a un pueblo del extrarradio. Desde allí se veían los rascacielos de la capital, la enorme masa de edificios que se extendía durante kilómetros. Pero sobre todo se veía el cielo de la ciudad, una enorme nube gris formada por las emisiones tóxicas de coches, edificios y polígonos industriales. Cuando vivía en la ciudad no era consciente de que el cielo tuviese un color grisáceo, de que viviese encerrada en una especie de campana de cristal formada por un humo gris que se adhería a la tráquea, a la laringe, a los pulmones. Pero desde lejos se veía claramente.

Miguel Espigado dice que con Pekín sucede algo similar, que la nube tóxica encierra a la ciudad en una especie de pecera gris que lo envuelve todo y que le da un cierto aire de irrealidad. También dice que Pekín no te deja salir, que ese aire gris que entra en los pulmones de alguna manera te transforma, te produce alteraciones que alteran tu percepción de la realidad. La ciudad te envuelve y te vigila, impidiéndote caminar más allá de sus límites. Te digiere.

También dice que los habitantes se resisten a ser devorados por la ciudad, a ser atrapados en la nube tóxica que lo envuelve todo. Sobre todo los extranjeros, los que no han nacido en ella y deben adaptarse a ese ritmo hecho de animales que jadean, de animales recién atropellados que respiran y supuran y derraman líquidos que deberían estar dentro del organismo y no sobre el asfalto. Me acuerdo de los amigos que están lejos, de todos los que he tenido que despedir en un aeropuerto y que ahora tratan de adaptarse al ritmo de otras ciudades, que se pierden en la nube tóxica de Buenos Aires, de Londres, de Berlín, de México, de Los Ángeles, de Caracas. Yo también me voy de Madrid en unos días, aún no sé por cuánto tiempo, y me pregunto qué parte de mí se quedará en esta ciudad, qué parte de nosotros se quedará en cada una de las ciudades en que vivimos.

Supongo que El cielo de Pekín me ha puesto melancólica, que ha hecho que me acuerde de los amigos que han tenido que marcharse para buscarse la vida para que unos pocos puedan enriquecerse a nuestra costa. Pero es solo porque es una muy buena novela. 



[El cielo de Pekín es de Miguel Espigado y está publicado por la editorial Lengua de Trapo, en 2011]


miércoles, 9 de enero de 2013

vida de zarigüeyas








Durante cinco años, Dolly Freed y su padre decidieron vivir de lo que fueran capaces de producir, cazar o conseguir de cualquier otra manera, sin la necesidad de tener un trabajo asalariado.Calcularon que necesitaban unos ingresos de unos setecientos dólares al año para comprar todo lo que no podían producir y realizar algunos pagos, así que ese dinero lo ganaban cuidando niños o haciendo arreglos en las casas de los vecinos. El resto del año se dedicaban a trabajar en el huerto, cazar, pescar, ocuparse de las gallinas y los conejos y destilar alcohol. La ropa la sacaban de la que la parroquia destinaba para las personas sin recursos. Los impuestos eran considerados prescindibles, excepto el impuesto sobre la propiedad para que no les expropiasen la casa. Los seguros también eran considerados prescindibles, incluido el de salud. El sistema judicial también era considerado absolutamente prescindible: si tenías algún problema, hacías llamadas a altas horas de la madrugada hasta que esa persona se convencía de que era mejor solucionar el problema. De esa experiencia, Dolly escibió un libro llamado "Vida de zarigüeyas", porque las zarigüeyas se adaptan a sobrevivir en cualquier circustancia. En Estados Unidos se convirtió en un clásico y hace poco la editorial Alpha Decay lo ha publicado en castellano. Lo reseñé la semana pasada en Culturamas, dejo el enlace por si queréis echarle un vistazo. Muy, muy recomendable.



viernes, 28 de diciembre de 2012

mi lista de los libros imprescindibles de este año

[Alejandra Acosta, ilustradora de Del enebro]


Este año he leído y escrito mucho, seguramente más que ningún otro hasta ahora. Supongo que es la parte buena del descenso en la cantidad de trabajo y la vuelta a casa de mis padres después del verano. He seleccionado unos cuantos que me han llegado dentro por alguna razón, pero no están ordenados. Solo los he dividido en los que se han publicado este año y los que son de años anteriores.


Publicados en 2012

Del enebro, Jacob Ludwig y Wilhem Karl Grimm (Jekyll y Jill). Macabro, tenebroso y bello. Lleno de hilos rojos que van de unas páginas a otras, del vino azul de los enebros, del color blanco y frío de la nieve. Posiblemente uno de los libros mejor editados de este año, con ilustraciones que se meten debajo de la piel, que anidan en los poros.

Stoner, John Williams (Baile del sol). La primera edición de Stoner en castellano es del 2010, pero es un libro que ha ido creciendo poco a poco, hasta llegar a la tercera edición este año, que es la que yo he leído. Es una historia sencilla, sin grandes tramas ni giros inesperados, pero al fin y al cabo eso es la vida. Lo importante no es tanto lo que cuenta sino cómo lo cuenta, la maestría de Stoner para describir los sucesos cotidianos, la desesperación, la cobardía, el amor, la incomunicación, la decepción, la esperanza que hay debajo de ellos. Me cuesta trabajo entender por qué Williams no está entre los grandes de la literatura norteamericana.

La bicicleta del panadero, Juan Carlos Mestre (Calambur). Este año ha sido el de mi descubrimiento de Mestre, y sus poemarios han pasado inmediatamente a la lista de los libros que se me han metido en el cerebro y lo han hecho pedazos.

La facción caníbal, Servando Rocha (La Felguera). De La Facción Caníbal hablé hace poco aquí, así que no quiero repetirme. Como dije, una obra fascinante, hipnótica y perturbadora, en la que Johnny Rotten pone la banda sonora a un discurso de Mussolini, en la que el canibalismo se mezcla con los atentados de las Baader-Meinhoff mientras suenan las risas que se oyeron el día del juicio contra los miembros de La Familia, la secta fundada por Charles Manson.

Bello como una prisión en llamas, Julius Van Daal (Pepitas de calabaza). De "Bello como una prisión en llamas" también he hablado mucho aquí. Un libro vibrante que hace que te tengas que levantar de la silla, que te den ganas de afilar la guillotina o quemar el Parlamento.

Cenital, Emilio Bueso (Salto de página). Una distopía que tiene como fondo las tesis del pico del petróleo, que pronostican un colapso de la civilización ante el inminente fin de los combustibles fósiles. Bien narrado, ágil, de los que te tienes que leer de un tirón. Muy fan, tanto que me hice una camiseta con la frase "Malthus era un optimista", que era la que llevaba el protagonista en el libro. Nivel friki, ya veis. Hablé de él aquí.

Colorofilia, Álvaro Guijarro (Autoedición). Colorofilia me llegó por email el día uno de enero y desde entonces lo he vuelto a leer varias veces y se lo he recomendado a todo el mundo. Guijarro es brillante, pero eso ya lo sabéis, basta con leer cualquiera de las cosas que escribe. Su poemario fue una de las primeras entradas de este año y dije cosas como que "Colorofilia es el país de las maravillas de los conejos carnívoros. Una civilización de bacterias fluorescentes. Un holograma parpadeantemente azul. Leedlo porque la poesía es exactamente eso: un delirio sintético y cruel."



Publicados en años anteriores

Bestimenta, Óscar Pirot (Papel de fumar). Desde que descubrí a Óscar hace poco, sus poemarios han pasado a estar entre mis preferidos. En el apartado de más arriba debería incluir Luz anfibia, el poemario que acaba de publicar, pero tengo pensado hablar de él más detenidamente dentro de poco, porque se merece algo más que unas líneas. De Bestimenta hablé aquí hace unas semanas. Un libro tan bello que a veces duele.

Calibán y la bruja, Silvia Federici (Traficantes de sueños) Un ensayo imprescindible para entender la aparición del capitalismo en la época de transición desde el feudalismo y para desterrar todos esos mitos que aún perviven de la Edad Media como una época de ignorancia, oscuridad y fanatismo religioso. Se puede descargar gratis aquí

Fámulo, Francisco Ferrer Lerín (Tusquets). Otro descubrimiento de este año. Una poesía rupturista, de las que te hacen pensar que por fin has encontrado lo que estabas buscando. Uno de los grandes. Imprescindible también su Bestiario, del que copié unos extractos aquí

El matrimonio del cielo y el infierno, William Blake (Hiperión) Qué decir de Blake. Que le haría un altar y le pondría velas y sacrificaría animalitos suaves y pequeños en su honor. Que fundaría una secta para adorarle. Que rezo cada día de rodillas para que se reencarne.Que es el santo que necesitamos para que afile las guillotinas.

Los cantos de Maldoror, Lautréamont (Alianza). Brutal, salvaje, luminosa. Un recorrido por el infierno lleno de violaciones, láudano, canibalismo, crueldad. Uno de mis preferidos, otro santo al que rezar.

Pedro Páramo, Juan Rulfo (edición digital). Una de las obras cumbre de la literatura en castellano sin ninguna duda. Leedla en cuanto podáis, no hay discusiones posibles. Eso sí, no os cuento nada del argumento porque me fusilaríais si os la destripo.

Q, Luther Blisset, (Mondadori). Mi interés por los movimientos milenaristas y los anarquistas místicos de la Edad Media empezó con Calibán y la bruja, pero a partir de Q alcanzó niveles obsesivos. De Q ya hablé también en el blog hace unos meses y dije cosas como esta: "Q es la historia de todos los que se rebelaron y perdieron, de todas las derrotas que nunca lo fueron. Narra el viaje realizado por un radical anabaptista a lo largo de la turbulenta Europa del siglo XV, inmersa en la Reforma y la Contrarreforma, en las luchas por el poder entre Carlos V y los príncipes alemanes. Y narra cómo, en medio de todo eso, hubo gente que se levantó contra el poder y luchó por una sociedad más justa y más igualitaria, en la que no existía el dinero, ni la riqueza, ni la desigualdad." Se puede descargar gratis de la propia página del colectivo que la escribió, entonces llamado Luther Blisset y hoy Wu Ming.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Debemos abolir la normalidad // La marea blanca debe convertirse en una inundación

 [Errico Malatesta]



El límite de la opresión del Gobierno
es la fuerza que el pueblo le pueda oponer

Errico Malatesta


"La privatización de la sanidad es un ataque planificado que va a tener consecuencias tan graves como que muramos de enfermedades que tienen cura o que asistamos a la extensión de otras que estaban bajo control por la dificultad de acceso a los tratamientos. La resistencia a este ataque no puede pasar por los cauces del sistema, porque es el sistema mismo el que lo ha provocado: la resistencia debe desbordar esos cauces, hacerse imprevisible e incontrolable. Para poder sobrevivir, el sistema necesita estar en constante funcionamiento, necesita que se produzca y se consuma más que el mes anterior, que el año anterior. Nosotros – los trabajadores, los parados, los estudiantes-, somos los que hacemos que el sistema siga funcionando, somos los que alimentamos la Máquina. Pero también somos los que podemos detenerla. Si los estudiantes siguen estudiando, los trabajadores trabajando y los parados preocupándose del empleo, ningún cambio es posible. Para que el cambio se produzca es necesario detener la Máquina, provocar la parálisis del sistema, acabar con la normalidad. Los estudiantes, los trabajadores y los parados no pueden seguir protestando únicamente en los huecos que el sistema les deje después de estudiar, trabajar o buscar empleo. No sirve de nada ir a una manifestación para después seguir produciendo y consumiendo igual: la protesta pasa necesariamente por la paralización de toda actividad social"



Mi columna de este mes en Culturamas. El resto puede leerse aquí

lunes, 17 de diciembre de 2012

Hartémonos de amor ya que no podemos hartarnos de pan




Barcelona, 1904. El médico anarquista Luis Bulffi redacta el primer folleto sobre métodos anticonceptivos de nuestro país. En él describe los distintos métodos existentes, -incluyendo el preservativo-, y acaba con algunos de los falsos mitos que se usaban para evitar el embarazo, como evitar unas determinadas posturas durante la relación sexual. En apenas una semana se reparten más de 50.000 ejemplares. A partir de entonces y durante más de treinta años, el movimiento anarquista llevará la iniciativa en la reflexión sobre la sexualidad, entendida en un sentido amplio que incluye el amor, la pareja y la familia. Los anarquistas entendieron que la reflexión sobre los cuerpos y en concreto sobre su sexualidad, era clave para conseguir la libertad y luchar contras las injusticias sociales, porque no hay opresión mayor que la desposesión de tu propio cuerpo. Cuando te quitan la capacidad de decidir sobre tu propio cuerpo, te han quitado todo. En la actualidad, nuestros cuerpos son encerrados, golpeados, disciplinados, operados y modificados por el sistema, que los obliga a adaptarse a unos criterios económicos, médicos, legales y estéticos sobre los que no tenemos la capacidad de decidir y que no podemos elegir. En mi opinión, las luchas sociales en las que estamos inmersos están necesitadas de una renovación teórica y práctica que debe hacerse cuanto antes si queremos ganar, y esa renovación exige una reflexión sobre los procesos de disciplinamiento de los cuerpos para poder combatirlos. Mi artículo pretende ser una pequeña contribución a ello. Podéis descargar la revista completa en pdf en el enlace de abajo.


viernes, 30 de noviembre de 2012

X Encuentro del libro anarquista de Madrid



Este fin de semana se celebra el X Encuentro del libro anarquista en Madrid. Para el que no lo conozca, es algo así como una feria del libro, pero de temática libertaria. Distintas editoriales, librerías y distribuidoras ponen un stand donde se pueden comprar libros y fanzines, y además hay charlas, presentaciones de libros y se puede comer y cenar allí. Yo llevo varios años yendo y he tenido la suerte de conocer a escritores como Miguel Amorós, Pedro García Olivo y Alfredo María Bonano, cuyos libros me han cambiado la forma de pensar y me ha servido para entender un poco más de qué va todo esto. Se celebra en la Escuela Popular de Prosperidad, que es una escuela de adultos que lleva funcionando desde 1973 y que está hecha por gente del barrio, y para gente de ese y de cualquier otro barrio. Funciona de forma autónoma y asamblearia y sigue formas de pedagogía alternativas. Por cinco euros (el que los pueda pagar) se puede ir a clases de español, de árabe, de informática y de varias cosas más, así que aprovecho para difundir un poco su proyecto, aunque no lo necesitan. Abajo los enlaces:





miércoles, 28 de noviembre de 2012

entrevista en Irola Irratia




Hace unos días me entrevistaron para una de las radios libres más conocidas y que más tiempo llevan emitiendo, Irola Irratia, en Bilbao. La labor de estas radios siempre me ha parecido muy importante, porque hacen estallar el discurso único que repiten una y otra vez los medios de comunicación convencionales, que no son otra cosa que los altavoces de la dominación. Por cercanía yo sigo más Radio Vallekas, otra de las veteranas, pero ahora todas ellas emiten también en la red, así que pueden oírse desde cualquier lugar del mundo. La entrevista era para hablar de mi columna del mes pasado en Culturamas, en la que hablaba de la paranoia colectiva sobre los infiltrados y los encapuchados que surgió a raíz del 25S, y de paso hacer un poco de autocrítica de los movimientos sociales. La entrevista y mis opiniones sobre el tema no pretender ser otra cosa que una aportación más a un debate que yo creo necesario, porque si carecemos de un discurso propio, acabaremos tragando con el discurso dominante. Abajo todos los enlaces.




martes, 30 de octubre de 2012

toda revolución comienza con un baile: una terrible belleza ha nacido

    
[Grabado de los disturbios de Gordon, Londres, 1780]


Todo ha cambiado, cambiado totalmente:
una terrible belleza ha nacido.

William Yeats


Giramos en la noche
y somos consumidos por el fuego
de los bellos santos salvajes.

El día en que abrimos 
las puertas de las jaulas
nació una belleza terrible
y desde entonces
nuestros cantos son más puros
y nuestras danzas más extrañas.
Después incendiamos las ruinas
y provocamos la fiebre.

Toda revolución 
comienza con un baile. 

lunes, 13 de agosto de 2012

los libros que me han dejado el cerebro hecho trozos

(el panóptico de Bentham, la institución central de dominación en "Vigilar y castigar")


Hace un par de días una amiga me dijo que necesitaba leer un libro de esos que te cambian la forma de ver el mundo, de los que hacen que te explote la cabeza por dentro. Empecé a darle títulos y me dijo que por qué no se los escribía, que no se iba a acordar de todos. Así que aquí está la lista que le hice:

1. Vigilar y castigar, Michel Foucalt (Siglo XXI): para mí, Foucault es un pensador imprescindible para entender las estructuras de dominación que aparecen a principios del XIX y que siguen vigentes en la actualidad. Vigilar y castigar me entró en la cabeza como un disparo, me obsesionó tanto que en mi primera casa tenía frases escritas en las paredes en la habitación. De hecho hay frases que todavía me sé de memoria.

2. Testo Yonki, Beatriz Preciado (Espasa): leí Testo Yonki en un momento en que me estaba replanteando muchas cosas y me ayudó a encontrar una especie de estabilidad ideológica. Es tan brutal que no sé qué deciros de él, aparte de que lo leáis. Podría deciros que hay experimentos con testorona en gel, análisis sobre el sistema de dominación actual, polvazos con dildos, pero se quedaría corto, así que leedlo. 

3. La represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente, Casilda Rodrigáñez (Crimentales): para mí, este libro es probablemente la mejor respuesta a la pregunta de por qué aguantamos la dominación, por qué aguantamos toda esta mierda sin rebelarnos. Y esto es mucho decir. Casilda me parece una pensadora imprescindible e injustamente desconocida, que ha pagado el precio de decir lo que quiere como quiere, fuera de los circuitos académicos y comerciales. Todos sus libros se pueden descargar gratis en su página.

4. La función del orgasmo, Wilhem Reich (Paidós): llegué a este libro a partir de Casilda Rodrigáñez y os juro que me dejó el cerebro hecho trozos. Reich se formó con Freud, pero abandonó las tesis freudianas porque entendió que el psicoanálisis era demasiado conservador, en la medida en que trataba de adaptar al individuo a la sociedad y no cambiar esta última. Así que se propuso construir una teoría que posibilitase el cambio social y lo pagó caro. Hace algo más de cincuenta años que murió en la cárcel de la resplandeciente democracia estadounidense.

5. La conquista del pan, Piotr Kropotkin (Ediciones 29): mis ideas más profundamente arraigadas se las debo a Kropotkin, así que qué decir de este libro. Probablemente no es el mejor de este autor, pero es el que más significó para mí a nivel personal. Si queréis algo de más densidad intelectual, leed "La selección natural y el apoyo mutuo", en el que establece un debate con Darwin en el que sostiene que la evolución de las especies no se debe a la lucha entre los individuos, sino a la cooperación. (Por cierto, los últimos estudios sobre la aparición de los primeros seres vivos descendientes de las bacterias parecen darle la razón). 

6. Futuro primitivo, John Zerzan (Numa): Zerzan es probablemente el pensador anarquista de más peso intelectual que hay actualmente. Este libro es un ensayo brillante que recoge los últimos descubrimientos sobre la vida cotidiana en el Paleolítico, muy alejados de lo que normalmente tendemos a creer.

7. El placer armado, Alfredo M. Bonnano (fanzine): Bonnano ha escrito mucho sobre los límites y las posibilidades actuales del cambio social y la insurrección, también desde un punto de vista anarquista. "El placer armado" le costó la cárcel hace unos años en Italia, a pesar de que solo teorizaba sobre las posibilidades del uso de la violencia en los procesos de cambio social, sin hacer una apología de ella. 

8. El enigma de la docilidad, Pedro García Olivo (Virus): otra brillante respuesta a la pregunta de por qué no nos rebelamos, de por qué aguantamos la dominación. Sus tesis se centran sobre todo en la función de la Escuela en ese "exterminio global de la disensión y la diferencia", como él mismo lo llama, y toma una clara posición a favor de las tesis de la antipedagogía. 

9. Desde abajo y desde fuera, Miquel Amorós (Pepitas de calabaza): Amorós es otro de los pensadores imprescindibles para entender de qué va todo esto. Especialmente interesantes son sus ensayos sobre el TAV, el desarrollo del urbanismo en los últimos años y el ecologismo, así como sus tesis antidesarrollistas.

10. Teoría king kong, Virginie Despentes (Melusina) + Devenir perra, Itizar Ziga (Melusina): los leí a la vez y   cambiaron mi forma de entender el feminismo. Probablemente no sean de la misma densidad intelectual que los anteriores, pero son importantes para entender el revulsivo que ha supuesto el transfeminismo y la teoría queer en el hasta entonces anquilosado movimiento feminista. 

martes, 10 de julio de 2012

ya estamos jodidos


Estudié Ciencias Políticas, y en la universidad conocí a gente de todas las ideologías: anarquistas, troskistas, estalinistas, socialdemócratas, democristianos. Conocí a gente que estaba en el PCE, en IU, en el PP, en el PSOE, que militaba en CNT, en centros sociales okupados. Con algunos discutí a gritos y con otros me fui de cañas. Algunos me hicieron ver las cosas de otra manera y a otros se las hice ver yo. Algunos creían que la violencia es un arma legítima en las luchas sociales y otros que no.

Para mi las dos posturas son válidas: creer en la violencia como herramienta en un conflicto social tiene argumentos a favor y en contra y podríamos debatir durante horas. Pero no es de eso de lo que quiero hablar: la gente que tiene ideas y las defiende me gusta, aunque sean contrarias a las mías. Siempre me gustó discutir. Lo que me molesta es la doble moral, las incoherencias, la defensa de unas cosas o de otras según con quién estés. Y con el conflicto de los mineros ha vuelto a pasar: las mismas personas que criticaron el uso de la violencia en el 15M ahora cuelgan en facebook y en twitter imágenes de barricadas ardiendo, de encapuchados tirando piedras a los policías. Eso es lo que no entiendo. Si creemos que los mineros tienen derecho a defenderse de la violencia ejercida contra ellos por el Estado ¿por qué no creemos que la tienen los parados, los precarios, los jóvenes que no pueden independizarse, los que trabajan el doble de lo que dice su contrato? ¿por qué apoyar que los mineros enciendan barricadas y se defiendan de la policía con tirachinas y criticar que lo hagan los jóvenes que son desalojados de la Plaza Cataluña?. Si creemos que la violencia es un arma legítima debería serlo siempre, sobre todo en conflictos que no son tan diferentes.

Me da la sensación de que les gustan los conflictos cuando no les afectan, los encapuchados cuando están en Méjico y no en Barcelona, la confrontación cuando son otros la que tienen que sufrirla. Que en el fondo, mucha de la gente que critica el uso de la violencia cuando el conflicto está cerca y no cuando está lejos, lo que tiene es miedo de perder los pocos privilegios que le quedan. Miedo del gueto, de los que están peor que nosotros y tienen más rabia, de convertirse en marginados. Pero tengo una noticia para vosotros: ya somos los marginados, ya estamos tragando el barro del fondo, ya nos han jodido. Y todos los que estamos jodidos nos parecemos demasiado:


Asturias

Palestina

Barcelona

Oaxaca

Grecia

sábado, 7 de julio de 2012

#SPAM



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domingo, 1 de julio de 2012

la realidad es spam



Acabo de leer E-mails para Roland Emmerich y me queda una sensación rara en el estómago, como cuando acabé de leer Antibiótico, de Agustín Fernández Mallo. No porque los libros sean malos, al contrario. Porque trasmiten demasiado bien lo que quieren transmitir. Porque te dejan la sensación de que el apocalipsis que prometían tantas películas ya ha sucedido. Y esto es el otro lado. (La única realidad es que ya/ es todo ficticio). La realidad es spam. La realidad-spam se amontona en la papelera de reciclaje. Datos en pantallas macroeconómicas. Datos en pantallas fluorescentes. Hospitales llenos de pantallas. Colegios llenos de pantallas. Centros comerciales llenos de pantallas. La luz al final del túnel era una pantalla iluminada. La luz de dios era una pantalla iluminada. 

E-mails para Roland Emmerich me ha gustado mucho. Tiene todo lo que me gusta encontrar en un libro de poesía: un ritmo muy bien conseguido (que se mantiene igual en los fragmentos en prosa, algo bastante difícil de conseguir), ganas de transmitir algo (sensaciones en flash de vacío, de frío, de soledad/// imágenes en bucle de ordenadores tirados en la calle, de cristales que se rompen, de playas mutantes ) y ganas de experimentar (La Red es la realidad sin complejos del viagra, el lugar donde las llaves de seguridad se retuercen como cucharas practicando sexo oral) (Existe un punto situado en un intervalo entre -25º y 65º en el que se encuentra la elección entre morir o dormitar) (LLUVIA LLUVIA LLUVIA SPAM). Vais a leer esto en una pantalla y me alegro. Porque entonces significa que no es real. O que es tan real que ya no podemos distinguirlo. 





martes, 15 de mayo de 2012

malthus era un optimista



Tenéis que leer Cenital. En serio. Tenéis que leerlo. Como sea. Atracad a alguien. Ponedle una pistola en la cabeza y pedidle veinte pavos. Si mezcláis lejía y quitaesmalte tendréis cloroformo. Usadlo. Imaginad que se acaba el petróleo. Que mañana abrís el grifo y no sale agua. Que encendéis el interruptor y no hay luz. Que vais al supermercado y no hay comida. Porque el petróleo no es solo lo que mueve los coches. El petróleo es lo que mueve la economía. Es lo que hace posible todo. Imaginad que no encuentran nada con que sustituirlo. O que lo que encuentran en tan caro que solo lo pueden pagar los ricos. Imaginad qué pasaría entonces: que solo sobrevivirían los que estuviesen preparados. Y los que estuviesen dispuestos a comer carne humana. Que Mad max os parecería una película infantil. Que Malthus os parecería un optimista. 


Cenital, de Emilio Bueso
Ed. Salto de página

lunes, 16 de abril de 2012

sueño con las botas de un muerto




Hoy me contaron la historia de José Pellicer y lloré. Decían que antes de la guerra José leía casi un libro diario, que leía hasta cuando iba andando por la calle. Que se afilió a la CNT y a la FAI con dieciocho años, que era vegetariano, que pertenecía a un grupo naturista, que hacían excursiones por la sierra y se bañaban en el río desnudos. Dicen que conoció a su mujer en una clase de Esperanto, que nunca se casó con ella porque no creía en los contratos. Dicen que durante la República estuvo varias veces en la cárcel por participar en disturbios durante las huelgas. La primera de ellas detuvieron a tanta gente que tuvieron que habilitar un matadero como cárcel. Los esposaron y los pusieron en fila. Un policía lo reconoció y le dijo que no iba a parar hasta que lo fusilasen. Él le pegó una patada tan fuerte que el policía cayó al suelo y después le escupió. A José le pegaron una paliza y le condenaron a muerte, pero estalló la guerra y la revolución y pudo salir de la cárcel. Fundó la Columna de Hierro junto con unos compañeros y luchó hasta el final en el frente. Dicen que creyó en la revolución hasta su muerte. Que se negó a marcharse al exilio aunque todo esta perdido. Que lo fusilaron junto a su hermano, el 8 de junio de 1942.

Me contaron su historia y lloré porque siempre lloro cuando me cuentan historias de la guerra. Lloro y sueño con ellas. Casi todos los meses sueño que estoy en una trinchera y alguien canta a mi lado y cierra los ojos. Se oyen aviones que nos bombardean y yo sólo pienso que ojalá no haya que correr porque las botas no son mías y me quedan grandes. Son las botas de un muerto. A veces en el sueño disparo y otras no, pero nunca sé si mato a alguien. Solo sé que el retroceso del fusil hace que me duela el hombro cada vez que disparo y el dolor hace que se me salten las lágrimas.

Una amiga mía dice que son recuerdos, no sueños, que cuando tienes sueños tan reales y tan recurrentes es porque son recuerdos de vidas pasadas. Yo no creo en ningún tipo de vida depués de la muerte, pero me gusta la idea de que los sueños son recuerdos. A lo mejor podemos recordar cosas que no hemos vivido y a personas que no hemos conocido. A lo mejor podemos seguir soñando hasta que lo recordemos todo.

viernes, 23 de marzo de 2012

demasiados ancianos que emiten alaridos



Animales fluorescentes nos acechan en las ruinas de los reactores nucleares. Tenemos el pelo demasiado largo para poder correr, pero lo arrastramos por el jardín con violencia. Nos han prohibido hablar con los ancianos que emiten alaridos. El sudor blanco del incesto nos enseñó lo que sabemos del amor. Hay demasiados laberintos, demasiadas formas tentaculares, demasiadas pantallas iluminadas en los hospitales.

lunes, 19 de marzo de 2012

hemos abolido la belleza


Tabicar el pecho
para no exhibirlo,
clavar alfileres en los ojos
sin apreciar el desorden.

Amor manual
Ángel Muñoz

Las manchas blancas
nos delatan:
hemos asesinado
a todos los ciervos
con nuestras
propias manos.

lunes, 12 de marzo de 2012

bienvenidos al horror


"El seno materno es un lugar oscuro y arriesgado, 
un entorno peligroso. Querríamos que nuestros hijos 
estuviesen antes de nacer  donde pudiesen ser observados
y tan protegidos como fuera posible"
Joseph Fletcher, profesor de ética médica,
Universidad de Virginia


"Hay científicos que afirman que estarán, no mucho después de empezar el siglo XXI, en condiciones de gestar en matrices artificiales, clones humanos sin cabeza, que se utilizarán como fuente de repuestos durante la vida de los donantes humanos que hubiesen aportado las células clonadas. En octubre de 1997, el doctor Jonathan Slack, profesor de biología del desarollo de la Universidad de Bath, en el Reino Unido, comunicó que había podido manipular ciertos genes de un embrión de rana y suprimir el desarollo de la cabeza, del tronco y de la cola del renacuajo. El resultado del experimento fue el nacimiento de una rana viva sin cabeza."

El siglo de la biotecnología
Jeremy Rifkin