No comáis los niños de los otros
pues su carne se pudrirá en vuestras bocas repletas.
No comáis las flores rojas del verano
pues su savia es la sangre de los niños crucificados.
No comáis el pan negro de los pobres
pues está fecundado por sus lágrimas ácidas
y echaría raíces en vuestros largos cuerpos.
No comáis a fin de que vuestros cuerpos se marchiten y mueran
haciendo germinar sobre la tierra en luto
el otoño.
Joyce Mansour
AMÉN!!!
ResponderEliminarMala noticia para los ogros. Pero en serio, está muy bien. Muy bíblico.
ResponderEliminarYa decía yo que tenía ardor de estómago.
ResponderEliminarMe encanta todo lo que publicas
ResponderEliminarMe gusta. Mucho
ResponderEliminarjoder, llegué tarde a leer esto!
ResponderEliminarM.
Los cadáveres de los niños pobres están hoy de luto, o de fiesta.
ResponderEliminarDe fiesta, más bien.
.... Y penetran en la cárcel de/mi/en/tu memoria... para poder vestirse con tus caricias.
ResponderEliminarMe gusta, gustas.
y éste puto jefe??
ResponderEliminarbeso. :D
el collage es bestial, por cierto
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