martes, 29 de octubre de 2013

He fundado mi obra en la nada, dijo Stirner, y escribió el mapa del abismo

[Max Stirner, 1806-1856]



Recuerdo la primera vez que me hablaron de Max Stirner. Estaba pasando unos días en una casa que habían ocupado unos amigos en la sierra de Madrid. Eran las once de la noche y había unos diez grados bajo cero y una nevada que nos llegaba a las rodillas. Casi todo el mundo se había acostado ya, solo quedábamos mi amigo José y yo con una botella de algo parecido al pacharán que tenía pinta de haber caducado antes de las guerras carlistas. Tienes que leerte esto, Lay, me dijo, y me tiró sobre la mesa el fanzine peor maquetado y más hecho polvo que he visto en mi vida. Recuerdo que estábamos bastante emocionados hablando casi a gritos de Wilhem Reich y "La función del orgasmo", que habíamos descubierto casi a la vez, así que yo pensé que tendría que ver con ese tema. Qué va, me dijo, es mejor aún.

El fanzine era un montón de fotocopias mal hechas de "El único y su propiedad", la obra más conocida de Max Stirner. Pero también era mucho más que eso. Yo todavía no lo sabía, pero José me acababa de regalar el libro más desestabilizador y peligroso que he leído en mi vida. Stirner había escrito un manifiesto para la destrucción de todo lo existente, una especie de mapa del abismo que rozaba el delirio. Demolía todas y cada una de las instituciones sociales existentes hasta que solo quedaba la nada. Hasta que la misma obra era arrastrada por esa nada. Hasta que solo quedaban las siete últimas palabras del libro: "He fundado mi obra en la nada".

De hecho, el propio Stirner sería arrastrado por el peso de su obra. Profesor de un colegio de señoritas, la publicación de "El único y su propiedad" obligaría a Stirner a abandonar su puesto de trabajo como consecuencia del escándalo producido. La obra era demasiado extraña, demasiado compleja, demasiado inquietante. Arruinado y abandonado por sus familiares y amigos, Stirner pasaría sus últimos meses de vida entrando y saliendo de la cárcel a causa de las numerosas deudas contraídas por su situación de indigencia. Nunca llegaría a ver la influencia que su obra generaría en muchos autores posteriores, desde anarquistas individualistas a nihilistas y existencialistas. Aunque supongo que a Stirner no le habría importado.

Hace unos días, recuperé la lectura de la obra para preparar un artículo. La idea era seguir con el ciclo sobre las claves de algunos autores que empezó con Emma Goldman y va a continuar dentro de unos días con Rosa Luxemburgo en Culturamas. Cuando se lo comenté a Juan, fue a la estantería y me puso entre las manos una edición preciosa de "El único y su propiedad". Es tuya, me dijo. No sé si sabe lo que acaba de regalarme. 


[versión editada y versión fanzine. Está libre de derechos, incluida su traducción al castellano, así que no es difícil de encontrar en internet si alguien está interesado]


4 comentarios:

  1. Cuando descubrí la obra de Stirner (por casualidad, hojeando libros) se me ocurrió hacer de su autor el protagonista de un relato a la manera de Lovecraft. Un tipo descubre algo horrible que acaba por destruirle. El relato está por escribir todavía. Creo que no me atrevo, y siempre me pongo excusas tontas para no empezarlo.

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  2. Aqui versión editada : http://www.kclibertaria.comyr.com/lpdf/l044.pdf

    La versión fanzine me sera más dificil hallarla , si es que existe.
    Estas lecturas creo que no son nada aconsejables para mi integridad pero gracias por demostrarme que no estoy tan desencaminado y mucho menos solo . Salut i lectura.

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