martes, 9 de abril de 2013

últimas lecturas

 

En este lugar, Unai Velasco (Papel de fumar). Joder, qué bueno es En este lugar. En serio, es la hostia de bueno. Después de esperar como tres meses a que La Central me lo mandase, me lo he leído en menos de una hora, pero la espera y la pasta en gastos de envío ha merecido la pena. Hay versos que me tatuaría. Por ejemplo La yihad de tus dientes con qué santidad al cuello dándome guerra. Por ejemplo Perros prendidos de tus enaguas/ lamiéndote costras susurrándote conciliadoras tretas. Os podría decir que me ha recordado al mejor Gimferrer, que alejandrinos y alejandrinos, que "Reencuentro" y "Montaña mágica lavada a la piedra pómez del sueño" deberían enmarcarse, que Jurassic Park, que colina de helechos, que T.S Eliot. Podría decir todo eso pero no voy a hacerlo porque lo tenéis que leer. La única putada es que solo tiene cincuenta páginas. La única putada es que está casi agotado. Pero lo van a reimprimir dentro de poco. Cuando lo hagan, leedlo.










El público. Bruno Galindo. (Lengua de Trapo). Hace un tiempo un amigo me dijo que no importaba qué contases, sino cómo lo hicieses. Que todas las historias están contadas, por eso lo interesante está en la forma. Yo no estoy tan segura, es posible que aún haya historias que están por contarse, pero si mi amigo tiene razón, El público es una de las mejores novelas en lo que llevamos de año. Porque lo que importa no es el argumento, sino la forma en que Galindo lo desarrolla. Haciendo que páginas enteras de estadísticas te hipnoticen, que no levantes la vista del papel mientras el protagonista asiste a charlas infinitas sobre estudios de mercado. Un poco como cuando Foster Wallace se pone a hacer listas de enfermedades en La broma infinita. Otro punto que hace que el libro sea muy interesante es la forma en que Galindo consigue romper la distancia con el lector. Como si estuvieses viendo una obra de teatro y de repente un foco enorme te apuntase y los personajes se pusiesen a hablar contigo. Como si los lectores fuesen también parte de la trama. No puedo contar mucho más porque estoy a punto de reventarla, pero merece la pena.




 



La abolición del trabajo, Bob Black (Pepitas de Calabaza). Bob Black es uno de los autores más interesantes del anarquismo norteamericano de los últimos años junto con John Zerzan, y posiblemente también uno de los más vapuleados. Desde mi punto de vista, estos dos autores son importantes porque han centrado su análisis en dos pilares fundamentales de las estructuras de dominación actuales: el trabajo y la tecnología. Y eso los ha hecho incómodos incluso para muchos anarquistas, no tan dispuestos a replantearse un análisis del sistema que parecía muy cerrado. Hasta ahora. De La abolición del trabajo hablé aquí, así que no quiero repetirme.




La ciudad y los cerdos, Miguel Espigado (Lengua de Trapo). Creo que Miguel Espigado se lo ha pasado en grande escribiendo La ciudad y los cerdos, y eso se nota. De hecho creo que se lo ha pasado mejor que con El cielo de Pekín, en el que los personajes eran más oscuros y más melancólicos y todo estaba envuelto en una atmósfera asfixiante. En La ciudad y los cerdos no hay nada de eso. Hay personajes absurdos, humor y sátiras de casi todo, desde la religión al poder pasando por las glorias locales del cine. Porque el libro es una especie de guía de viaje de una ciudad llamada Helmantic City, algo así como una Salamanca reflejada en un espejo deformado. A mí no me van mucho los libros que juegan con el humor, en general prefiero que a los personajes los descuarticen o los torturen, pero La ciudad y los cerdos me ha gustado. Así que si a mí me ha gustado, a alguien que no tenga un póster de Holocausto caníbal en la pared imagino que le encantará.





2 comentarios:

  1. Interesantes lecturas.

    De Bob Black solo el leído el clásico "El anarquismo y otros estorbos para la anarquía", que es uno de los artículos más desinformados que uno se puede echar a la cara y donde, en la onda de muchos estadounidenses, habla de la historia de la Revolución española sin tener ni idea. Decir "Durante este siglo -España en 1936 y Francia en 1968- la sublevación revolucionaria pilló desprevenidos a los anarquistas oficialmente organizados y en los inicios ajenos cuando no opuestos" es una falsedad de tal calibre (al menos para el caso español) que, como poco, obliga a una lectura precavida de sus textos.

    Ref. de la cita: http://www.portaloaca.com/pensamiento-libertario/7212-el-anarquismo-y-otros-estorbos-para-la-anarquia.html

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  2. Ya, pero porque los yankis llevan mucho el rollo postanarquismo, que es un poco punki en el sentido de "abajo con todo", y con el (anarco)sindicalismo lo primero. Yo creo que la cita que tú dices es un ataque al anarcosindicalismo sin más, que también hay en "La abolición del trabajo". Obviamente no estoy de acuerdo con eso, pero si lo dejamos a un lado, creo que acierta en dar donde duele: el mercado de trabajo. Igual que Zerzan acierta con la crítica a la teconología, a pesar de todas las inconsistencias en que cae el anarcoprimitivismo. En mi opinión son interesantes porque han abierto debate, a pesar de que luego haya que discutirles muchas cosas.

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