lunes, 27 de agosto de 2012

los que venimos de la muerte no sabemos dónde volver



La casa perfecta es oscura como el fondo de las ciénagas. Arrojamos los restos a las aguas oscuras (un brazo, una mano, un dedo), pero ni siquiera eso calma a los vientos crueles que nos susurran canciones al oído. Algo nos precede. Letal. Como el primer día que empezamos a hacer nudos o el primer día que aprendimos a rezar a los que duermen bajo la nieve. La superficie del agua recuerda a los muertos, pero los que venimos del fondo de las ciénagas nos perdemos fácilmente en medio de las ventiscas. No sabemos cómo volver. 



[los versos en cursiva pertenecen al poemario Tiento, de Rocío Cerón (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2010)]
[Disponible para descargar en la Biblioteca del blog]



5 comentarios:

  1. La muerte, el hogar más tranquilo y duradero. No es necesaria póliza de seguros.

    Besos,

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  2. Creo que el fotograma (¿se llama así aunque haya movimiento?) es de Nosferatu, con Mina sentada en la playa. Tengo el DVD de la peli y me están entrando ganas de visitarlo de nuevo justamente por esos planos tan tremendos y tan copiados y versionados luego.
    No conozco a la autora de los versos, pero me han gustado mucho y me interesa esa forma de escribir sobre fragmentos de otro.
    Y bueno, ayer Juan Cruz me colgó un texto en Estudios-cnt, así que seguimos colaborando.

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    Respuestas
    1. no estoy segura, pero creo que sí es esa película. Voy a leer tu texto en Estudios ahora mismo ;)

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  3. Yo ya no le temo a la oscuridad, pero renacer también significa aprender a ubicarse en el espacio infinito

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