martes, 10 de julio de 2012

ya estamos jodidos


Estudié Ciencias Políticas, y en la universidad conocí a gente de todas las ideologías: anarquistas, troskistas, estalinistas, socialdemócratas, democristianos. Conocí a gente que estaba en el PCE, en IU, en el PP, en el PSOE, que militaba en CNT, en centros sociales okupados. Con algunos discutí a gritos y con otros me fui de cañas. Algunos me hicieron ver las cosas de otra manera y a otros se las hice ver yo. Algunos creían que la violencia es un arma legítima en las luchas sociales y otros que no.

Para mi las dos posturas son válidas: creer en la violencia como herramienta en un conflicto social tiene argumentos a favor y en contra y podríamos debatir durante horas. Pero no es de eso de lo que quiero hablar: la gente que tiene ideas y las defiende me gusta, aunque sean contrarias a las mías. Siempre me gustó discutir. Lo que me molesta es la doble moral, las incoherencias, la defensa de unas cosas o de otras según con quién estés. Y con el conflicto de los mineros ha vuelto a pasar: las mismas personas que criticaron el uso de la violencia en el 15M ahora cuelgan en facebook y en twitter imágenes de barricadas ardiendo, de encapuchados tirando piedras a los policías. Eso es lo que no entiendo. Si creemos que los mineros tienen derecho a defenderse de la violencia ejercida contra ellos por el Estado ¿por qué no creemos que la tienen los parados, los precarios, los jóvenes que no pueden independizarse, los que trabajan el doble de lo que dice su contrato? ¿por qué apoyar que los mineros enciendan barricadas y se defiendan de la policía con tirachinas y criticar que lo hagan los jóvenes que son desalojados de la Plaza Cataluña?. Si creemos que la violencia es un arma legítima debería serlo siempre, sobre todo en conflictos que no son tan diferentes.

Me da la sensación de que les gustan los conflictos cuando no les afectan, los encapuchados cuando están en Méjico y no en Barcelona, la confrontación cuando son otros la que tienen que sufrirla. Que en el fondo, mucha de la gente que critica el uso de la violencia cuando el conflicto está cerca y no cuando está lejos, lo que tiene es miedo de perder los pocos privilegios que le quedan. Miedo del gueto, de los que están peor que nosotros y tienen más rabia, de convertirse en marginados. Pero tengo una noticia para vosotros: ya somos los marginados, ya estamos tragando el barro del fondo, ya nos han jodido. Y todos los que estamos jodidos nos parecemos demasiado:


Asturias

Palestina

Barcelona

Oaxaca

Grecia

7 comentarios:

  1. El párrafo final me parece excxelente, una reflexión que no peca de falso moralismo. Que es verdad. Que la violencia nos place cuando no nos toca y nos aterra al acercarse. Que por lo mismo, somos los primeros en adherir a causas lejanas y a dolores, que ni siquiera somos capaces de comprender. Los primeros en arrojar la piedra del juicio.
    Un abrazo.

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  2. Estoy de acuerdo con el tema de la doble moral y que precisamente ese discurso es utilizado por todas las partes. No creo en la violencia, aunque sé que la ausencia de esta hace que nuestros dirigentes estén tranquilos en sus despachos.
    Saludos.

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  3. El fuego vale para algo más que para asar chuletas... Aúpa Layla!

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  4. Madre mía, yo obligaría a más de uno a aprenderse lo que has escrito de memoria. Ya estamos jodidos, no es necesario que la perra esta venga a jodernos más. De 10.

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  5. Sencillamente sincero, no se pueden añadir más palabras.

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