martes, 21 de febrero de 2012

nada crece sin permiso dentro de una jaula: como estos ácaros




Como estos ácaros
que blancos
tropiezan
hasta la luz,
mezclamos azar y voluntad en nuestra lengua.

Este pájaro no sustituye a la teoría
pero su fe amarilla
en el espacio nos hace débiles
como el agua. Detén la mirada ahí
por entre los geranios. Un instante.
Nada crece sin permiso
dentro de la jaula. Retén esa imagen.
Su movimiento
nos empuja hasta la avellana que sin estilo
sostiene el pensamiento.
Tirita una vez más la vela junto a la ventana.
Como ves,
froto mis patas de mosca para alcanzar tu deseo.
Nada de lámparas ni de genios. En mis ojos
cientos de miles de sensores actúan
para saber
que esto es un cuenco y su fruta
roja y amarga. Así de simple. Nada más.
Un melocotón reserva pura su piel
para mi instinto.

(No existir no es el problema. Tenlo prensente)


Interior metafísico con galletas
Alberto Santamaría
(El Gaviero Ediciones)

4 comentarios:

  1. Gracias por publicar este poema. Me gustó mucho.

    Un bezzz

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  2. Unas ganas de fumarme esos geranios... Pero sólo dejaré mis manos en los bolsillos. Por si acaso.

    Besos.

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