Qué simple es el ser humano. Te lees a un tío que vivió en la Roma del año 84 y resulta que lo que escribe podría ser una conversación en cualquier bar de Carabanchel. Me llevé a casa el libro de Catulo sin muchas ganas y acabé leyéndolo del tirón. Todavía estoy alucinando. Qué coño importarán los nacionalismos o las fronteras si todos somos básicamente iguales. A todos nos jode que nos deban dinero o que la tia que queremos se vaya con otro. Todos hemos tenido días de mierda y días en los que te sientes invencible. Catulo también.
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Los diez mil que me debes, Silón, si te parece
devuélvemelos ya. Después ya puedes ir
de intratable y de duro, todo lo que tú quieras.
Y si lo que te gusta es el dinero, deja
por favor te lo pido, de ser un chuloputas
que a la vez va de duro y de intratable.
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Por culo os voy a dar y por la boca,
Aurelio maricón y puto Furio,
que a mi me habéis juzgado por mis versos:
porque ellos son eróticos, yo impúdico.
Casto tiene que ser el buen poeta
en su persona, pero para nada
en sus versos, que tienen sal y gracia
si son eróticos y poco púdicos
y pueden excitar lo que les pica
no digo ya a chavales, sino a tíos
peludos que no pueden con sus músculos.
Y ¿porque habéis leído "muchos miles
de besos" me juzgáis poco hombre?
Por culo os voy a dar y por la boca.
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Odio y amo. Quizá me preguntes por qué.
No lo sé, pero así lo siento. Y sufro.
Jamás se me hubiese ocurrido leerlo! Gracias Layla! hiciste un gran trabajo por mí. Yo no puedo ser original ni siquiera en un comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Catulo daba 100, 1000 y después otros 100, besos, y eso me encantaba.
ResponderEliminarA todxs nos jode lo mismo y a todxs nos joden lxs mismxs. ¿Hay algo nuevo bajo el sol?
ResponderEliminarMás de 2000 años de historia escrita y seguimos con las mismas guerras. Mismos perros con collares distintos.
ResponderEliminarBuen blog, un saludo.
Iguales.
ResponderEliminarBueno, las balas no opinan igual.
Tienes mucha razón. Sin ir más lejos el otro día en un bar habían dos tipos discutiendo, uno decía que él le había regalado un carro como muestra de hospitalidad por dejarle hacer noche en su casa. Mientras que el otro sólo le había reglado un trípode cuando éste le dejó hacer noche en la suya.
ResponderEliminarEs posible que esto nunca pasara, pero vamos que tienes razón las cosas no cambian.
Alucinante.
ResponderEliminarViva nuestro Carabanchel.
Anda, por qué te crees que queda gente como yo que estudia historia. Te paso una cosa maravillosa (si no tienes ganas de leer, pásate a la última parte sabiendo que esto se encontró en Pompeya, fecha: año 79. http://elartedelahistoria.wordpress.com/2010/02/06/los-graffitis-romanos/
ResponderEliminarBacanos versos.
ResponderEliminar:)
Gracias por el descubrimiento.
ResponderEliminary lo mismo si escucharamos a un romano del siglo II supongo
ResponderEliminarEstá ya todo inventado, en lo esencial ya nos conocemos. Los viejos de la antigua Roma ya se quejaban de la irreverencia de los jóvenes. Vivimos en círculo.
ResponderEliminarLa palabra de verificación es ACTIO.
Ha dado en el clavo
chupamela
ResponderEliminarcatulo era un puto marica
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