Volver a casa
con los puños apretados.
Con el salto al vacío
entre los dientes.
Con restos de alcohol
y de medicamentos
en el estómago.
Volver a casa
y ver
que nada ha cambiado
desde los diecinueve.
Qué órgano
venderemos ahora.
En qué playa
nos ahogaremos.
No me gusta explicar lo que escribo, pero esta vez lo haré. Me fui de casa con 19 años. Durante este tiempo he sido totalmente independiente económicamente. Ahora tengo 24 y tengo que volver. No sé si es una derrota pero duele como si lo fuera. No sé nada. Pero duele.
ResponderEliminarPero puede volver a irse.
ResponderEliminarVolver a depender es como entrar voluntáriamente a la cárcel, es jodido, pero cuando tienes que volver a depender por lo que sea no hay otro remedio.
ResponderEliminarVolver no es una derrota. Sólo el punto del que partirás de nuevo.
ResponderEliminarBeso
Mejor dejemos los órganos.
ResponderEliminarLayla, me pasó lo mismo con los mismos años que vos, fue solo un tiempito nomás, para tomar fuerzas y llenarse de energía familiar y volver al ruedo, no es una derrota, ya vas a ver, el mundo es redondo, como el amor. Abrazo!
ResponderEliminarDos veces lo viví, la primera, fue dura,la segunda, aprendí que el regreso no es fracaso, fue el triunfo de haberlo intentado y el impulsopara la definitiva.
ResponderEliminarSalud.
estoy con Vera....volver no es una derrota. ánimo, loba!
ResponderEliminarTómatelo como emboscarse de nuevo hasta el siguiente ataque. Hasta los lobos más solitarios necesitan volver alguna vez a la manada, por unos momentos, para poder seguir con su vida más adelante.
ResponderEliminarRemanecer es así de cansado.
ResponderEliminarTe comprendo. Demasiado. Es difícil entenderlo desde fuera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Teníamos que intentarlo.Te entiendo tu sentir ahora,es nuestro.Pero somos más fuertes que la falta de vivienda y el paro,y lo sabes,que con la cabeza alta y noblemente abrazados somos invencibles.L
ResponderEliminarno es una derrota, ni tansiquiera un paso atrás, respira en el nido, renueva fuerzas, y prepárate para quemar madrid, suerte
ResponderEliminarSaluda al cambio.
ResponderEliminarA ver qué tal.
tiempo
ResponderEliminaral
tiempo
nada ocurre por casualidad...
beso
jajajajajjajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajjajaja
ResponderEliminaryo me descojono,
para que seas feliz,
para que mi risa,te recuerde que aunque parezca mentira siempre hay una perrera donde volver,y no hay mordiscos, sino lametones de bienvenida.
besazooo!!
jajajajaja me encanta que os despolléis
ResponderEliminarme siento tan identificado con lo que escribes !!!!
ResponderEliminarno sabes cuánto!!!
¡Vende los pares!
ResponderEliminarUn hurra por esas mantenidas que somos por perra necesidad. Pasará.