sábado, 22 de enero de 2011

McDONALDS

Los espejos
están llenos de carne.

Son absurdos y crueles
como los centros comerciales.
Como los anuncios
de McDonalds.

10 comentarios:

  1. siento haber editado la entrada, porque los comentarios han desaparecido, pero voy a utilizar la foto que había para otra cosa...

    de todas formas muchas gracias, biscotelas, sonia y sarco, ya os había leído. Un Beso enorme

    ResponderEliminar
  2. Y mienten, como los anuncios de McDonalds.

    ResponderEliminar
  3. Me gustan los centros comerciales me ofrecen todo o que necesito sin pasar por la lluvia del otoño, el viento helado del invierno o los calores del verano.

    No uso McDonal's.

    Los espejos nunca me han querido. Y lo peor es que no me mienten, ese soy yo.

    ResponderEliminar
  4. Están llenos de carne que se pudrirá.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Que bueno haber venido y haberme empapado de ti, me gusta sorprenderme y lo has hecho, salud.

    ResponderEliminar
  6. y cortan.
    y duelen.

    carne que ni siquiera se puede
    tocar.

    ResponderEliminar
  7. Es una de las más afortunadas metáforas que te he leído Layla, a veces es cierto que el espejo solo refleja carne, puede que más o menos macilenta pero trozos en definitiva.

    Esa frialdad de ese tipo de establecimientos concuerda perfectamente con la sensación del espejo, puede ser que deteste ese tipo de sitios, o que me recuerden a cafeterías de hospital, pero no cabe duda de que pensar en ellos relacionándolo con nosotros mismos nos ayuda a desenfocar nuestra visión y así ver solo espíritu a través de toda esa carme que a veces nos oprime.

    Ya te habrás dado cuenta Layla de que he tenido invasión Troll, son gajes del oficio, para salvar al menos "Poemas trémulos" he decidido borrar "Abismos de pasión" dónde estabas de seguidora, al menos mientras le encuentre una solución al tema.

    Con otras personas he tomado la precaución de avisarles de que uno de sus ritos (llevan así meses) es el de colarse en los blog de mis amigos a decir barbaridades de mí, pero ¿sabes qué? Que contigo no me importa: confío en ti, por alguna extraña razón sé que me aprecias, a pesar de que me conoces muy poco.

    Y además ¿te acuerdas de lo que te dije en el primer comentario sobre qué eras muy bruta? ¡Qué se atrevan contigo!, lo más fino que les vas a decir es que se vayan a pedorrearse a una cazuela para hacer eco. Jajaj.

    Te aprecio de veras, amiga.

    ResponderEliminar
  8. a mi los centros comerciales siempre me provocaron una sensación extraña...todo está demasiado envasado al vacío, demasiado plastificado e higiniezado..

    besos a todos

    ResponderEliminar