martes, 21 de diciembre de 2010

REMORDIMIENTOS Y POLLAS FLÁCIDAS

La gente cree
que lo peor de ser puta
es aguantar la indiferencia,
la humillación, el desprecio de los clientes.

Están equivocados.

Lo peor son sus dientes amarillos,
sus pieles blanquecinas,
su soledad, su vejez,
sus ansias de tocar carne fresca
y restregarla contra su cuerpo,
sus pequeñas pollas
insignificantes y flácidas
que apenas se ponen duras,
sus barrigas cerveceras,
su angustia, su debilidad,
sus culos blandos y caídos.

Lo peor es su debilidad.
Te pones las bragas,
coges el dinero
y te marchas de allí,
pero no puedes evitar pensar
que se van a quedar en esa habitación
tumbados en esas sábanas sucias.

Y sientes remordimientos.

9 comentarios:

  1. las relaciones de poder no siempre van en la dirección que nos creemos

    ResponderEliminar
  2. Muy de acuerdo.

    Por cierto (yéndome del tema, o no) parece ser que ya se está articulando la figura del consumidor como un nuevo sujeto socio-político, una vez fallido el intento de interpretar el "ciudadanismo" como contraposición a los análisis de clase. Me pregunto si existe algún tipo de estudio estadístico sobre preferencias de consumo en lo sexual, estaría bien saber si ese sujeto se comporta igual en ese ámbito concreto: primando servicios rápidos y casi unidireccionales frente a servicios más intensos y bidireccionales, más allá del precio.

    ResponderEliminar
  3. la profesión más vieja del mundo es hoy la ONG más necesaria del mundo. tambien el cliente se da asco a si mismo y tiene remordimientos, pero es necesario para ambos, imprescindible trasiego de carne y dinero

    ResponderEliminar
  4. Yo creo que lo de primar los servicios rápidos y el placer instantáneo pasa en todos los ámbitos de consumo, no sólo en el sexual. El capitalismo ha llegado a un punto en el que para consumir más hay que consumir más rápido, porque ya ha colonizado casi todos los aspectos de la vida.

    De todas formas yo no creo que el polvo que tienes con una prostituta sea necesariamente más rápido que el que tienes con cualquier chica que conoces de una noche...te podría contar yo de cada uno que no tarda ni dos minutos en correrse o de cada mamada que se hace en los baños de las discotecas en menos de cinco minutos...Y con las parejas estables no necesariamente es mejor (te lo aseguro). Lo que no sé es si realmente preferimos eso o es que nuestra forma de vida ya es así, todo rápido y precario.

    Jorjowski, yo no creo que las prostitutas se den asco a sí mismas y tampoco los clientes. O al menos no deberían. Si el sexo entre adultos y las transacciones comerciales son dos cosas totalmente aceptadas por el capitalismo ¿por qué es tan rechazable que vayan juntos? Por una cuestión de dominación machista. Una mujer tiene que ser una puta únicamente con su pareja, y si lo es con los demás, que se joda y se sienta culpable. Que no intente encima tener un nivel de vida aceptable y unas condiciones de trabajo dignas.

    Los remordimientos en el poema intentan mostrar que, en realidad, quien ejerce poder muchas veces en esa relación es la prostituta y no el cliente, aunque normalmente pensemos lo contrario. Tendemos a ver a las prostitutas como mujeres que, en el mejor de los casos, sólo se merecen pena, y yo creo que eso es asquerosamente machista.¿Por qué no podemos pensar que son mujeres que trabajan en algo que se les da bien y que no les importa hacer? Los remordimientos se refieren a la pena que les da a ellas dejar solos a personas tan vulnerables, no a que se arrepienta de ser prostituta.

    Me quedo lo de "imprescindible trasiego de carne y dinero", me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  5. fantásticas líneas,me han recordado mucho a la ternura con la que habla virginie despentes de sus clientes...
    y transcribo una de tantas joyas de esa puta sabia llamada beatriz espejo, ella a una petarda abolicionista que intenta salvarla:
    por qué me va a pagar a mí tu marido para maltratarme quince minutos si puede maltratarte gratis a ti toda la vida

    muuuuuuuuuaaaaks reína

    ResponderEliminar
  6. ya, ese poema lo escribí después de empezar a leer sobre la prostitución, que hasta entonces era algo sobre lo que no me había parado a pensar. Una de las cosas que leí es el libro de Beatriz Espejo, y fue de los que te entran en el cerebro y hacen polvo lo que tenías antes.

    Otro besazo enorme para ti!

    ResponderEliminar
  7. Este poema me parece extraordinario. Un beso.

    ResponderEliminar
  8. Hasta aquí puedo leer porque sino no duermo pero mañana vuelvo. Vaya si vuelvo! tu blog ha sido el descubrimiento del día, layla.

    ResponderEliminar