La precariedad nos come (pero nosotras no nos dejamos)

Tengo 23 años y llevo currando desde los 19, pero legalmente sólo he trabajado 6 meses. Eso dice Hacienda. En estos 4 años he sido de todo: profesora particular, dependienta, camarera, cuidadora de niños, auxiliar de biblioteca, cuidadora de ancianos y albañil (lo de albañil fue la hostia, os lo recomiendo, es como un taller de drag king pero a la bestia). He trabajado en 11 sitios diferentes y ayer me despidieron del último. Se me acabó el contrato y no me lo renovaron porque "no doy el perfil". "Pues no, no lo doy, porque para trabajar aquí hay que ser gilipollas, con la mierda que pagáis". Eso le solté al encargado de los cojones y no veas lo bien que me sentó (lo llevaba preparando toda la tarde porque ya me lo imaginaba).

Así que cogí el bolso y me fui a celebrarlo: me expropié una camiseta en el bershka, me comí medio kilo de golosinas, me fui de fiesta, me emborraché, me restregué todo lo que pude con todo el mundo y acabé la noche follando que da gusto. Podría deprimirme ( tengo 500€ en la cuenta y ninguna perspectiva de curro), pero no me sale del coño. Desde ayer le doy pena a todo el mundo, todos diciéndome que qué voy a hacer, que vaya plan tengo, que qué mal está todo con la crisis...

¿Y por qué coño no les daba pena cuando curraba hasta reventar por 5€ la hora? En vez de tanta mierda autocomplaciente podrían ofrecerse a ayudarme a pegarle una paliza al cabrón del empresario. Y luego me sueltan lo de la crisis, qué coño me importará a mi si estoy en una crisis económica permanente. Desde que me acuerdo no tengo más que precariedad, pero si piensan que van a joderme con eso es que no me conocen. Pienso reírme, salir, follar, comer, bailar y restregarme como siempre. Es lo que más les jode, os lo aseguro.