sábado, 21 de febrero de 2015

Crónica de los mecanismos invisibles que se desvelaron en la ciudad de Madrid





Nadie había podido prever el hundimiento de la ciudad. Ni los geógrafos que trazaban mapas del subsuelo según la disposición de las vísceras en los atlas de anatomía, ni los físicos que predecían las tormentas escuchando la música de las esferas celestes. Dos distritos enteros del centro de Madrid se hundieron en apenas unos minutos, produciendo una nube de polvo tan densa que los habitantes de la ciudad tuvieron que permanecer en sus casas durante cuatro días y cuatro noches. La mañana del quinto día se apresuraron a asomarse al enorme agujero que acababa de abrirse. Madrid se había convertido en un abismo.

Aquella misma mañana llegaron los funcionarios enviados por el Estado. Después de varios días en el fondo del agujero, llegaron a una conclusión irrefutable: el derrumbamiento era consecuencia de un sabotaje. Durante más de seis décadas, los miembros de una sociedad secreta cuya composición y estructura se desconocían habían realizado pequeñas excavaciones en la red de sótanos y catacumbas que dormía bajo la ciudad. Habían escogido cuidadosamente el lugar exacto de sus excavaciones, de forma que su labor pasase desapercibido hasta el momento del derrumbe. Según los informes de los funcionarios, a partir de la tercera década de excavaciones – que se calculó en torno al 2014-, éste podría haberse producido en cualquier momento. Durante las tres décadas siguientes, los miembros de la sociedad secreta habían cavado en medio de la incertidumbre, incapaces de predecir los resultados de su cuidadosa labor de sabotaje. Los informes estatales nunca lo dijeron, pero el sabotaje no era más que un acto de sincronía. Como todas las ciudades, Madrid contenía los abismos y las tormentas en su subsuelo. El derrumbamiento no era más que el ajuste de los mecanismos invisibles que permitían que, en ocasiones, las tormentas se desatasen y los abismos devorasen las ciudades.





[El relato ha sido publicado originalmente en la revista Skeimbol, que podéis ver AQUÍ. Echadle un vistazo porque es una maravilla]


1 comentario:

  1. Habiendo leído esto, mucha gente en Madrid se habrá hecho ilusiones hoy. Ejem.

    ResponderEliminar