[Imágenes: Jana Brike]
Mamá no fue mamá
sino una niña engullida por el espejo
(Jenn Díaz, Cuaderno de vuelo)
Mi madre fue engullida por el espejo
el quince de noviembre de 1990.
Después vino la epidemia de ictericia
que secaba los huertos y agriaba la nata,
pero aprendimos a curarla masticando a diario
las uvas rojas que crecen en el espino,
como nos dijo el cochero alemán
muerto por una picadura de abeja.
Desde entonces cubrimos todos los espejos
y solo nos vemos reflejados
los días que comemos con cubiertos
o conseguimos atrapar un saltamontes.
Me gusta, pero ¿icteria o ictericia?
ResponderEliminartienes razón, se me ha ido la olla! (muchas gracias ;)
EliminarDe nada Layla, no va a malas, solo que mi mitad veterinaria no lo puede remediar. Beso
Eliminardeduzco que al saltamontes se lo comen con cubiertos .De no ser asi me he perdido al final ( por otra parte nada deshabitual ).
ResponderEliminarmi madre fue engullida hace poco, pero mi padre se empeña en no tapar los espejos.
ResponderEliminar"pero aprendimos a curarla masticando a diario
ResponderEliminarlas uvas rojas que crecen en el espino"
!!
Esos días, los que menos, algo aúlla al otro lado.
ResponderEliminarQué honor... nunca me habían citado para escribir un poema. Muchas gracias. Las madres engullidas por los espejos dan para cientos de poemas, me alegra haber leído el tuyo.
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