Mi familia es muy católica, sobre todo mi abuela materna. He vivido con ella mucho tiempo, tanto de pequeña como de más mayor y todavía recuerdo cómo me aterraban sus historias. Yo dormía en una habitación con dos camas y ella me decía que en la otra dormía mi ángel de la guarda. Yo me imaginaba al ángel tumbado sobre la colcha mirándome fijamente y tenía pesadillas casi todas las noches. Mi ángel de la guarda siempre me aterró, me lo imaginaba pegado a mí constantemente, vigilándome con sus dos ojos enormes abiertos.
Por la tarde yo era demasiado pequeña para salir a la calle sola, así que mi abuela me llevaba con ella. Normalmente íbamos a casa de algún familiar, una tía o una prima. Me ponían a merendar y ellas hablaban de sus cosas en la habitación de al lado. La mayoría de las veces no era interesante, cotilleos sobre todo, pero a veces sí. A veces empezaban a acordarse de alguien que ya había muerto y entonces una de ellas decía "¿pues sabes que la Marta dice que la ha visto? Me lo contó llorando el otro día, la pobre, dice que la vio en la esquina de su habitación.", "Pues esa chica es muy formal, si lo dice es que es verdad", "Ea, ¿y para qué iba a mentir la Marta en eso? Dice que la vio allí mismo, con la misma ropa con la que la enterraron", "¿Y la dijo algo?", "No, dice que la miró y volvió a desaparecer." "Pues eso es que la muerta no está contenta.", "Eso la dije". Y seguían hablando de sus cosas.
Mi abuela también ha visto a su madre. Dos veces. Una en el que era su dormitorio, al lado de la cama, y otra bajando las escaleras de la casa. Desde entonces reza el rosario todos los días, y parece que la muerta está contenta con eso, porque no ha vuelto a aparecerse. En mi pueblo, en la zona de la Alcarria, esas historias eran frecuentes. La muerte no era definitiva. El muerto seguía presente por todas partes: en la casa se ponían velas a su foto, se iba a limpiar la lápida y a contarle las novedades, e incluso podía volver a aparecerse por muchos motivos, generalmente porque algo no se había hecho como ellos querían. Normalmente bastaba con darles una misa o rezar para que se contentasen, pero había que hacerlo. Si no lo hacías, se iban enfadando y entonces tiraban cosas por la casa o te arañaban las piernas por la noche. De pequeña todo eso me aterrorizaba, me imaginaba a mi bisabuela bajando por las escaleras o a mi bisabuelo apareciéndose en la esquina de mi cuarto. Sin embargo, ahora que mi abuela es muy mayor y está enferma, me parece una idea bonita. Espero que venga a casa a tirar cosas por la noche.
El subconsciente religioso colectivo sigue estando arraigado en nosotros,
ResponderEliminarDesde mi raciocinio acrata sigo esperando ( hace años ) en que se me aparezca tambien mi abuela .Supongo que no lo hace para no afectar a mi poca lucidez.
Me ha dado que pensar (y recordar) mucho esta entrada. Sí que es cierto que es algo que sigue muy arraigado. De pequeño, pensaba que mi hermano me vigilaba desde el cielo, y yo procuraba portarme bien.
ResponderEliminarEn realidad sí es una idea bonita.
A mí me visitan en los sueños, me hablan y me acunan hasta que despierto.
ResponderEliminar(mediasonrisa)
Mi abuela ponía sal en las esquinas de las casas la noche del jueves santo, porque se había muerto dios y el demonio podía entrar a las casas.
ResponderEliminarAyayay...
ResponderEliminarEsas historias me recuerdan también a mi abuela. Decía que ellos siempre se aparecen, aunque por las cosas que me contaba, no parecía que estuvieran descontentos por nada...los muertos de mi familia, por lo visto, sonríen sentados a los pies de la cama, yo nunca los he visto, pero sí he sentido a veces su presencia.
Y tengo una amiga que ve muy "profundamente" que dice que yo siempre llevo a alguien al lado, algunos lo llamarían "ángel de la guarda" pero yo sé que es mi padre.
Mi madre se quedó huérfana a los 3 años (gracias al fascismo) y contaba como algunas noches creía ver a su padre entrando en la habitación y sentándose a los pies de la cama. Ahora es ella la que está muerta, y cantidad de veces, en mis sueños, aparece.
ResponderEliminarTambién descubrí que en los primeros meses de estar muerta me parecía verla por la calle en cualquier sitio. Está claro que las apariciones se forman en el deseo, pero no es un fenómeno del mundo católico: historias de espíritus y viviones de muertos los hay en todas las culturas y religiones del planeta.
Me gusta mucho la historia, Layla.
ResponderEliminarMi familia también es católica y cree en esas cosas.
Recuerdo que cuando murió mi tía, la vecina les decía que veía por las cortinas a dos siluetas peleando afuera de la casa. Una blanca y una negra.
Yo no creo en un Dios ni en un demonio. (Excepto en la poesía y los poetas que para mí son una combinación de ambos)
Yo hace meses veía siluetas blancas y negras. Y tenía en la cabeza imágenes horribles al cerrar los ojos durante apenas 5 segundos. Fueron días que odié.
Hace un mes las volví a ver, pero ya sin pesadillas.
Sigo sin creer en nada. Aunque no sé qué sean.
Pero alguien muy hermoso e importante murió hace 5 meses, ojalá se me apareciera. Ojalá.
Qué historia más bonita. Y qué casualidad que mi pueblo también está en la Alcarria (concretamente en la Alcarria de Cuenca), así que identifico como "normal" todo lo que cuentas. A ver si te suena a algo de tu vida este poema:
ResponderEliminarhttp://tristeycaliente.blogspot.com.es/2012/02/despedida.html
Muchos besos.