domingo, 16 de agosto de 2015

De accidentes de tren, zoos humanos en el parque del Retiro y reclusiones en hospitales psiquiátricos.


[Jules Sébastien César Dumond d´Urbille]


El momento exacto en el que Jules Sébastien César Dumond d´Urbille, célebre navegante y explorador francés, se da cuenta de que la puerta de su vagón ha sido cerrada con llave y de que, probablemente, va a morir asfixiado. Viajero incansable, Dumond ha recorrido el mundo entero debido a sus estudios de astronomía, botánica, geología y entomología, pero el destino le ha preparado un final irónico. Dumond no va a morir consumido en fiebres extrañas, ni va a ahogarse en el naufragio de su barco, ni va a perderse en el desierto de Atacama. La muerte le espera mucho más cerca, a solo unos kilómetros de París. En 1842, Dumond sube al tren que inaugura la primera línea de ferrocarril entre París y Versalles. Debido a las fiestas de los jardines de Versalles, se habían reforzado los trenes con dos nuevas locomotoras, en una de las cuales viajaba el almirante. La primera locomotora, más ligera y menos potente, se vio empujada por la segunda y descarriló. Las dos locomotoras ardieron y sus ocupantes murieron dentro sin poder escapar a las llamas ya que por medida de seguridad los vagones habían sido cerrados con llave antes de la salida.





[Inauguración del Palacio de Cristal, con decoración que simula la selva filipina]


El momento exacto en el que un obrero de nombre hoy desconocido acaba por fin el lago del Palacio de Cristal, en el parque del Retiro. El lago ha sido construido para que puedan lucirse las canoas de un grupo de nativos malayos que son exhibidos en el parque como parte de un zoo humano, una de las principales atraciones del Retiro en aquel momento. En 1900, por el módico precio de una peseta, se podía asistir a un "desayuno esquimal a base de pescado y carne seca", y tres años antes eran los ashantis, "raza poco inteligente de figura tan bestial que se les podría confundir con un orangután", los que vivaquearon en el parque, dando ocasión a que los antropólogos asistieran a un parto. En el caso de los esquimales a lo que pudieron asistir es a una muerte -o más bien muchas-, ya que de los cincuenta ejemplares exhibidos solo nueve volvieron a su tierra de origen. Lo mismo sucedió con malayos y ashantís, pero como no hay mal que por bien no venga, sus fondos acabaron enriqueciendo el fondo del Museo de Antropología, dando un bello ejemplo de sacrificio por la ciencia. 





[Leonora Carrington]


El momento exacto del día 23 de agosto de 1940 en el que Leonora Carrington, escritora y pintora surrealista, fue ingresada en la clínica psiquiátrica del Dr. Luis Morales, en Santander. Varias circunstancias conducen a este encierro. Tras la invasión nazi de Francia, Marx Ernst, compañero sentimental de Leonara Carrington, fue por segunda vez apresado e ingresado en un campo de concentración en mayo de 1940. A partir de ese instante, ella entra en un estado de alteralción mental agudo que le conduce hasta Madrid y, considerada loca, al citado sanatorio. El Dr. Luis Morales, de ideología nazi, la acoge en su clínica y experimenta con ella, al igual que lo hacía con otros pacientes, una cura ejemplar. En sus palabras, Leonora Carrington sanó "con solo tres sesiones de meduna (choque convulsivo químico con cardiazol)", lo que permitió que "recuperase un buen y bien vivir". La narración de Carrington de este periodo de su vida será, sin embargo, bastante diferente: en sus texto "Abajo" hablará de dolor, de torturas y de tristeza, pero no de curación. 




[Remy de Gourmont]


El momento exacto en el que Remy de Gourmont, novelista y crítico de arte, rompe la relación con su amigo Alfred Jarry, que se había burlado de amada Berthe. Conocida como "Berthe la blanda", "Berthe de los pies grandes" y "la gran dama", Berthe de Courrière había comenzado su relación con el escritor en 1887, después de quedar viuda del escultor Auguste Clésinger. Berthe era una mujer gigantesca, pero las burlas de Jarry no se debían a su físico, sino al gusto un tanto peculiar de Berthe por los sacerdotes. A lo largo de su vida, fue detenida e ingresada en hospitales psiquiátricos en numerosas ocasiones debido a las burlas obscenas y los gestos sexuales con los que acosaba a todos los sacerdotes que aparecían en su camino.




[La primera y última historia las conocí gracias al libro "¡La libertad o el amor!", de Robert Desnos (Cabaret Voltaire). La segunda y tercera gracias al periódico "El rapto", publicado por el Grupo Surrealista de Madrid]

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