[Kortatu en concierto en 1987]
Hace un par de años, uno de mis mejores amigos comenzó su tesis doctoral en Sociología sobre el rock radical vasco. Por aquel entonces yo solo trabajaba los fines de semana, así que le acompañé varias veces en sus frecuentes viajes a Euskadi para entrevistar a gente o tratar de encontrar maquetas y grabaciones de las que nadie se había vuelto a acordar desde hace veinte años. Los viajes los hacíamos en una C15 que había sobrevivido a tres dueños y tres accidentes, y a la que había que dar patadas para que se abriesen las puertas. La furgoneta no pasaba de ninguna manera de los noventa kilómetros por hora, así que el viaje era una especie de infierno de siete horas de duración con varias paradas para que el motor no se recalentase.
La primera hora la solíamos pasar hablando de cualquier cosa, pero después del puerto de Navacerrada empezaban a sonar cinta tras cinta los grupos sobre los que él estaba haciendo la tesis: Cicatriz, Eskorbuto, Hertzainak, Jotakie o Kontuz Hi!, pero sobre todo Kortatu, que en el fondo era la razón de todos aquellos viajes. Después de escuchar tres o cuatro veces las canciones más famosas de Kortatu y cantarlas a gritos, Alberto me empezaba a contar cosas sobre su tesis, porque decía que hablar conmigo le ayudaba a pensar. "Joder, Lay, es que lo que más mola de aquella época es la efervescencia social. Ahora estamos medio muertos comparado con lo que se vivió en aquel momento en Euskadi." Lo que él trataba de analizar con su investigación era todo el movimiento social que había dado lugar al nacimiento de aquellos grupos, que formaban parte de algo mucho más amplio. Kortatu o Hertzainak fueron solo una expresión más de todo un movimiento popular que supuso la aparición de fanzines, radios libres, periódicos, centros sociales y luchas de todo tipo, como la feminista o la antinuclear. De alguna manera, en Euskadi no se habían tragado del todo aquel montaje vergonzoso de la Transición, así que ésta no había tenido tantos efectos desmovilizadores como en otras partes del Estado.
Después de aquellos viajes no había vuelto a pensar mucho más en todo aquello, pero al leer el libro que acaba de publicar Lengua de Trapo sobre Kortatu me he alegrado de ver que los autores defienden muchas de las tesis que Alberto y yo intuíamos en esos viajes. Que la violencia de ETA y del Estado habían acabado fagocitando mucho de aquel movimiento, pero que todas aquellas iniciativas merecían la pena porque suponían salir de la dinámica protesta-represión y hacer cosas, y cosas que además eran divertidas. La militancia seria, moralista y coherente fue sustituido por algo que estaba fuera de los parámetros de la coherencia y la integridad, que al fin y al cabo son parámetros del sistema. Editar fanzines es divertido, hacer tu propio grupo de música es divertido, liberar espacios es divertido. Por eso debería hacerse. De hecho, en los últimos meses he conocido a un montón de gente que ha comenzado iniciativas parecidas, y creo que está volviendo a haber una cierta efervescencia en ese sentido. Ojalá prosperen y dentro de poco vuelva a haber iniciativas tan importantes como el fanzine musical Muskaria o la agencia de noticias Tas-Tas. De hecho, estoy bastante segura de que estas ideas ya está rondando la cabeza de mucha gente.
[Cubierta del libro de Lengua de Trapo]
Creo que el despliegue de medios de todo tipo que aplicó el estado contra los movimientos populares de Euskadi tuvieron en ETA la excusa perfecta. Es decir: creo que al estado le preocupaba más el conflicto social que no el estricto conflicto "bélico" contra la organización armada.
ResponderEliminarEstuve viviendo un año en Extremadura (hace muchos) y recuerdo la efervescencia que producía la música de Kortatu en los garitos, entre extremeños a quienes ETA no les gustaba nada pero sabían leer el mensaje rompedor de la música de Muguruza.
Y años antes estuve alguna vez de viaje por Euskadi. Nunca olvidaré una noche en Donosti: de repente la playa se llenó de una enorme masa de gente que iba hacia arriba, en donde Kortatu había montado un concierto. Era una cantidad de gente alucinante que en mitad de la noche se desplazaba para corear aquellas letras, yo diría que más anarquistas que no nacionalistas. Pero bueno, yo no soy sociólogo.
Uff, que recuerdos! Kortatu consiguió traspasar las fronteras de Euskadi para prender su mecha de buen rollito ska por muchos sitios. Sin ir más lejos, en Catalunya arrasaban; recuerdo un concierto memorable en Barcelona (Nicaragua Rock), allí estaban, además de Muguruza y su banda, gente como La Polla Records o Cicatriz y otros grupos catalanes de aquel punk rock efervescente como L'Odi Social o Últimos de Cuba. ¡Que noche la de aquel día!... del año 86 si no recuerdo mal. Ya ha llovido ya, y lamentablemente mañana hará el tiempo que a la Asamblea de Majaras del Congreso le dé la gana... si es que no se reactivan iniciativas tan libertarias como aquellas. Personalmente espero que así sea.-
ResponderEliminaresa efervescencia social, también tenía su lugar en la cuchara para disolver el caballo. por lo menos por aquel entonces la juventud tenía una identidad más allá del poder de los medios de comunicación, y los medios de marketing, eran algo que no iba pegado al hueso de las personas. a mi el grupo que mas impresión me causó y me causa son los eskorbuto:
ResponderEliminarnunca más cometeremos el error
de creer
en la raza humana,
hambre,
miseria,
os lo merecéis
qué esperáis
El lenguaje humano siempre ha sido un diálogo para sordos, machacar, es la única forma de convencer. y las manifestaciones con sus ez ez ez, errepresiorik ez etc. que sonaban como grabaciones de ultratumba, eran algo totalmente gris. El conflicto vasco, es un conflicto que, como todos los conflictos se vuelve interminable, y es una pesadilla, una deriva política, el peor de los aburrimientos posibles. en los 80 por lo menos había más libertad de expresión, eso esta claro. con la llegada de internet, el poder de los grupos de información ha salido bien reforzado, y ejerce un verdadero dominio sobre la opinión pública. la modera y moldea a su antojo, echándoles noticias como migas de pan a unos peces en un puerto. A ver como se pican y luchan entre ellos, de forma idiota, un chapoteo intelectual en forma de minúscula opinión. En fin, lo que estoy intentando decir, es que en los foros de los periódicos, se censura absolutamente toda opinión que se desee, y que al final, mucha gente lee esas noticias. en fin, es muy fácil dominar a gente, que te muestra las muñecas para que le ates las manos. El poder ya no tiene sentido del humor, no admite discrepancias, y una situación socio económica precaria, favorece la docilidad, de unas personas que en realidad siempre han sido dóciles. Estoy escuchando este disco del estado de las cosas, en fin.
Es sabido que el termino RRV parte de un artículo publicado en Egin
ResponderEliminar"El rock radical en Euskadi se llama Eskorbuto"
http://www.youtube.com/watch?v=Y0HluLMZfj0
sí, de hecho el libro desmonta tb esa etiqueta, que a mí me parece bastante absurda. Eso no lo he comentado porque el post ya estaba quedando bastante largo. Muchas gracias por el aporte de más arriba, estoy contigo en muchas cosas.
EliminarInteresante post. Yo soy vasco y era adolescente cuando en Iruña (la ciudad en la que nací, "Pamplona") se celebró el "Azken guda dantza" (última danza de guerra), el último concierto de Kortatu. Pienso que Kortatu era diferente a otros grupos como Eskorbuto (destaco a Eskorbuto), Cicatriz, Vómito, La Polla Records,... Kortatu tenía compromiso político abertzale y euskaltzale. Esto último hizo que el euskera fuese siendo cada vez más importante en sus canciones y que en el siguiente proyecto de Fermín Muguruza (Negu Gorriak) fuese el único idioma utilizado. En aquellos tiempos yo sólo hoy Kortatu, la verdad. Después he ido descubriendo el resto y creo que la aportación inquieta de aquellos chavales (muchos lo son para siempre porque murieron entonces) ha sido fundamental en la cultura actual. Conscientemente o no, trajeron movimientos europeos como el punk, la okupación, la autogetión (que en Euskal Herria hoy son percibidos con naturalidad por los chavales de hoy en los Gaztetxes. Y, además, de música igual no sabían mucho pero compusieron o escupieron himnos como el "Perros guardianes del orden y la ley, asesinos a sueldo abuso del poder" de Vómito, el "No somos nada" de La Polla, cualquiera de Eskorbuto,... y además se fueron muriendo pero diciendo "cuidado, os avisamos, somos los mismos que cuando empezamos"
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