jueves, 30 de mayo de 2013
últimos libros leídos
La piel fría, Albert Sánchez Piñol. A La piel fría llegué por casualidad, sin saber muy bien qué me iba a encontrar. De hecho, pensaba que el libro iba más por la ciencia ficción que por el terror, y no sabía casi nada del argumento salvo algo de que los personajes estaban encerrados en un faro. En realidad, eso acabó siendo lo mejor para leer el libro, ya que es una de esas historias en las que es muy fácil que te estropeen los giros de la trama si te cuentan el argumento. Así que yo tampoco lo voy a hacer. Solo voy a decir que es uno de esos libros que te persiguen mucho tiempo después de leerlos, de esos que se te quedan en el fondo del cerebro y forman parte de la materia prima de las pesadillas.Si tuviese que decir el referente más próximo al que me ha recordado, diría que al Lovecraft de En las montañas de la locura, pero quizá aún más profundo. Bajo el argumento de La piel fría hay una reflexión sobre el otro, sobre el que es extraño a nosotros, que aporta densidad a la novela y la hace tremendamente lúcida, a pesar de esa oscuridad asfixiante en la que se desenvuelve buena parte de la trama. Hay un faro y dos personajes encerrados en él y una extrañas criaturas salidas del sueño más pesado y más oscuro, pero también hay una especie de vistazo al alma humana. Y ese atisbo de lo que somos, de los monstruos que laten bajo la piel, es seguramente lo más terrorífico del libro.
Lucifer circus, Pilar Pedraza. Pilar Pedraza es algo así como una especie de Amelie Nothomb underground y extraña que ha visto demasiados programas de Cuarto Milenio. Su obra, tanto en la vertiente de la novela como en la del ensayo, es bastante personal, pero no tanto por el estilo como por la temática. Sus novelas no tienen grandes innovaciones ni en el estilo ni en la estructura de la historia, pero son reconocibles por los temas sobre los que giran: la monstruosidad, lo paranormal, los autómatas, el circo, el espiritismo. Es decir, todo lo que está al otro lado, detrás de la línea que permite explicar la realidad en términos racionales. Lucifer circus trata la temática del circo, pero también del ambiente espiritista y sectario del París de finales del XIX. No hay demasiados giros inesperados ni tramas complejas, pero creo que eso es un acierto, porque la temática elegida ya es lo suficientemente inquietante -sobre todo si tenemos en cuenta que buena parte de los hechos y los personajes que aparecen son reales- como para recargarla más. Lo único que me sorprende que es Pedraza no sea más conocida, pero quizá ese halo underground solo para iniciados también forme parte del encanto.
Hierático, Fracisco Javier Pérez. Hierático es la primera novela de Francisco Javier Pérez, otro de esos escritores de culto que habría que colocar en un altar. No sé muy bien un altar a qué -a Cthulhu quizás-, pero un altar seguro. La novela es una especie de distopía pulp protagonizada por un detective en horas bajas, es decir, todo un homenaje al género. Está ambientada en una Barcelona inundada por la subida del nivel del mar debido al cambio climático, lo que la ha convertido la ciudad en un cenagal lleno de la peor escoria posible. Y en ese cenagal, el detective será contratado para una misión algo distinta a lo que suele estar acostumbrado. Hierático le gustará sobre todo a los que disfruten con el género distópico y el rollo pulp, en el que Fracisco Javier Pérez se mueve a la perfección. Aún no he tenido tiempo (leáse dinero) para pillar los últimos libros de Pérez, editados por Aristas Martínez, pero me han dicho que ha ganado con el tiempo, así que los pongo en mi lista mental.
Un paseo por el lado salvaje, Nelson Algren. Dice Kiko Amat que Un paseo por el lado salvaje es una de las mejores novelas de la Historia, y estoy totalmente de acuerdo. Aunque no sea tan conocida como El guardián entre el centeno o Las uvas de la ira, Algren da una lección de literatura en toda regla con este libro. Es más, da casi una lección de literatura por párrafo: "Pero por encima de la traición, bajo el jolgorio, se cernía, aquel verano sofocante, la sensación de que todo eso era tan triste como un brindis al sol en un país invadido. En las caras estragadas de las jovencitas y en las maquilladas de los chicos en los bares clandestinos, flotaba la sensación de una derrota inminente".
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Quisiera Algren, pero me conformo con Piñol. En Argentina, ciertas cosas no se consiguen!!!
ResponderEliminarVeo que Sánchez-Piñol te gustó más que a mi. Aunque aprecio cualquier referencia a Lovecraft, La piel fría me dejó un tanto frío. Sin embargo, tiene un libro de cuentos muy interesante y recomendable:"Tretze tristos tràngols", en catalán. Uno de estos cuentos se ha adaptado al cine en una adaptación correcta y bien interpretada, "El bosque":
ResponderEliminarhttp://youtu.be/26W1STnmUT0
Yo leí la piel fría hace unos años y me pareció una genialidad.
ResponderEliminarLos ficho, sobre todo el último.
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