Bajo un gobierno que encarcela injustamente,
el lugar de un hombre justo es la cárcel
H. D Thoreau
Leer un diario siempre me ha parecido un gesto obsceno. Lo que está escrito allí no fue pensado para hacerse público ni para ser leído por miles de personas dentro de ciento cincuenta años. Se trataba de pensamientos íntimos, de reflexiones que su autor quería guardar solo para sí mismo. Lo más probable es que ni siquiera se lo dejase ver a su familia o a sus amigos más cercanos. Pero precisamente esa intimidad es lo que le da valor. Es lo que nos permite conocer a alguien cuando está solo, cuando no tiene que fingir ni está obligado a ser agradable. Por eso El Diario de Thoreau es tan interesante, por la sensación de cercanía, por la impresión de que conocemos al ensayista americano mejor incluso que su familia más cercana. Por eso es tan hermoso.
Mi reseña en Culturamas aquí
Aunque se haya puesto de moda el exhibicionismo y una pretensiosa auto flagelación pública... Un abrazo.
ResponderEliminarPersonalmente, esta es la reseña que más me ha gustado de cuantas he leído en este blog: a la altura de Thoreau, me transmite su discreción, su honestidad, su terquedad, su misterio.
ResponderEliminarThoreau no es lo bastante conocido por aquí, como pasa con R. W. Emerson, pero no hay más que leer a Paul Auster para hacerse una idea de que hay algo interesante ahí.
Gracias por la reseña.