Después de casarse con la muchacha que llevaba un escarabajo atado con un hilo a la muñeca derecha
-señal inequívoca de haber conocido las inyecciones de cloro o de haber gritado azul azul azul azul escondida debajo de la cama o de haber escupido a los mendigos que pronunciaban palabras incoherentes-, el funcionario de manos diminutas fue trasladado a un sótano dedicado a la inspección de plagas. Allí pensó que sus pequeños dedos podían ser de utilidad, pero pronto se dio cuenta de que los insectos son demasiado parecidos a los ángeles de alas membranosas que persiguen a las muchachas. Que las persiguen y las atan a los pararrayos y rezan durante días hasta que llega una tormenta y las ven explotar en miles de destellos blancos y breves. Rezan tanto que les sale polen de las rodillas y sus huesos se vuelven frágiles y brillantes como el papel de aluminio.
[texto que forma parte de un
poemario aún en construcción]
esperaré por el poemario. de seguro me lo envías como El libro de la crueldad ¿sí? yo soy una gran lectora tuya ;)
ResponderEliminarun beso. o dos.
Suena bien eso del poemario en construcción. Yo siempre tengo algo en construcció, aunque a veces llega el derrumbe sin sospecharlo o queda la obra abandonada ahí, como esos feos esqueletos que ahora la codicia ha dejado en nuestras ciudades. Pero aún así, esos edificios a medias tienen algo que fascina. Y por cierto ¿tienes la referencia de la ilustración?
ResponderEliminarhttp://island-of-complexity.tumblr.com/post/13988747264
EliminarA partir de aqui inicias la investigación . ;)
Acá me parecés una maligna heredera de Kafka...Un abrazo.
ResponderEliminarEleanor: claro que sí, por supuesto que te lo envío
ResponderEliminarLluís: ni idea de la foto, la encontré en un tumbrl y la puse en el tumbrl de El libro de la crueldad. Igual siguiendo esa pista encuentras algo (o poniéndolo en fb, a mí eso me ha funcionado). pero a mí tb me molaría saber de dónde ha salido.
Darío: muchas gracias, aunque es demasiado
Tus palabras están para romper esa imagen santificada.Me interesa saber como será el resultado del poemario, sin duda que si viene con este estilo quedará muy bueno.
ResponderEliminarUna lanza al cielo, me gusta.
ResponderEliminarInteresante texto. El collage pertenece a Max Ernst "Une Semaine de Bonte", 1934.
ResponderEliminarLo leí en su momento y lo leo ahora, de nuevo, en esta noche larga.
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