viernes, 31 de agosto de 2012

"somos, seguramente, bárbaros, ya que ciertas formas de civilización nos dan asco" // Libros sobre incendios










Historia de un incendio es uno de mis libros favoritos. Lo compré por impulso hace seis años en uno de los puestos que ponen los domingos por la mañana en Tirso de Molina, y desde entonces lo he leído tantas veces que hay partes del texto que sé de memoria. Entonces no conocía al autor, Servando Rocha, ni a la editorial, La Felguera, pero fue de esas veces que sabes que tienes que leer ese libro, que de alguna manera está hecho para ti. El subtítulo decía Arte y revolución en los tiempos salvajes. De la Comuna de París al advenimiento del Punk, y yo entonces estaba haciendo un trabajo para la carrera sobre los sucesos de la Comuna de París y la influencia en ellos del pensamiento anarquista. Además llevaba imperdibles en las orejas y camisetas hechas pedazos y el pelo de algún color indefinido entre el rubio y el morado, así que simplemente aquel libro era para mí. Lo leí con una sensación de vértigo casi dolorosa, en apenas un día y medio. En aquel momento no procesé ni siquiera una cuarta parte de toda la información que había en él, pero desde entonces lo he vuelto a leer muchas veces, y aún lo sigo haciendo.

El libro cuenta la historia de todas las corrientes artísticas que utilizaron la música, la literatura o la pintura para atacar los puntos de flotabilidad del sistema, desde el romanticismo al punk, pasando por el dadaísmo o el surrealismo. Rocha construye un estudio extremadamente bien documentado, pero además lo hace con pasión y compromiso, y eso se nota. Precisamente ahí es donde está la principal diferencia con Rastros de carmín, un libro anterior al de Rocha y más conocido que también hace un recorrido por la contracultura, aunque limitada al siglo XX. Pero un libro así no puede escribirse sin un bidón de gasolina en una mano y una cerilla en la otra.

Hace unos días encontré otro libro de una temática similar, El asalto a la cultura, publicado por Virus y escrito por el gran Stewart Home. El libro de Home es mucho menos ambicioso, es más una serie de apuntes sobre algunas corrientes de la subcultura anglosajona, pero su punto fuerte es que también está escrito desde el compromiso. De hecho, el propio autor participó en algunos de esos movimientos y cuenta su experiencia en ellos. Personalmente creo que es un buen complemento a Historia de un incendio, pero si solo pudiese leer uno de ellos, escogería sin duda este último. No todos los días tenemos la suerte de encontrar a Lautréamond, Valerie Solanas y The Clash en el mismo libro.



[En la biblioteca del blog se puede encontrar  El asalto a la cultura,  en versión pdf y puesto a disposición  por la propia editorial]




4 comentarios:

  1. "Nuestras vidas se consumen,
    el cerebro se destruye..."
    Aish... k grandes!!!
    Durante mucho tiempo me he planteado si el arte como tal debe tener un fin. Por ejemplo, hacer una crítica social. La verdad es que me ha costado muchas discusiones con la gente y todavía hoy no se muy bien que pensar.
    Supongo que responderla es dar una respuesta a la pregunta de "¿Qué es el arte?"
    Si algún día la encuentro espero por lo menos que me otorguen un título de doctor y así poder morirme de hambre...
    Lo que si tengo claro desde hace mucho tiempo es que el arte debe ser cercano, todo el mundo es capaz de "crear" y todavía mas importante, cualquier persona puede "entender" el arte y "reinterpretarlo."
    Los artistas que pretenden que sea algo exclusivo buscan situarse en una clase mas elevada de la sociedad. Debemos desconfiar de los que dicen que el arte es para unos pocos elegidos, no es mas que la intención de negar al pueblo el derecho a la cultura. Así se crearon dos grandes mentiras, la del artista que no vale nada y la del artista que vale una fortuna...
    Con perdon, pero en los museos hay mucha mierda cara.

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