4 de enero de 2012 (1 minuto, 12 segundos): aprendo a bailar con la chica del norte y pido a dios que la noche no se acabe
11 de febrero de 2012 (30 segundos): he viajado por todos los cuerpos del mundo/ y siempre encontré las mismas heridas nunca curadas, / las mismas traiciones de lunes a domingo en horario continuo
8 de abril de 2012: (26 minutos, 33 segundos): Dejaré mi dinero en la mesilla/ mis tarjetas de crédito en el descansillo,/ mi último nombre en el umbral de tu vestido./ Hoy vamos a bailar hasta que a dios le dé vergüenza.
26 de junio de 2012: (4 segundos): que toda mi huida fue solamente/ la forma que escogí de morir poco a poco.
15 de julio de 2012 (6 segundos): un día de invierno salí de mi casa y nunca volví./ Un día de invierno dejé a mi esposa/ vagando inerte entre platos sin fregar.
[[los versos en cursiva pertenecen al poemario "El mal hombre", de Rubén Romero Sánchez (Legados)]]
Así lo creo yo, aunque la voluntad no cuente en estos casos...
ResponderEliminarTras esto tardaré en volver a sorprenderme.
ResponderEliminarEso, la poesía detiene al tiempo. lo contiene en un suspiro que no encuentra descanso.
ResponderEliminarPrecioso
ResponderEliminarMe recordaste a Molly Moon si ella fuera adulta y el mundo igual de inerte.
ResponderEliminarTu creatividad a la hora de mezclar tus propias palabras con las de otros me sobrecoge :)
ResponderEliminarComo siempre, un placer leerte.
Besos de neón.
Magnifico total.
ResponderEliminarAdemás de científicos, cosas que sólo los poetas podemos entender.
Me gustaría que me explicaras algo que no entendí muy bien (ajá) .. en las fechas, ¿qué significan los segundos? ¿es la cantidad de tiempo que el tiempo dejo de existir, cierto? (¿O no? ¿O qué?)
S.
cierto
EliminarMe gusta mucho, mucho.
ResponderEliminarBeso,
E.
Yo también noté la ausencia el 26 de junio. 4 segundos, dices. A mí me parecieron más.
ResponderEliminarun cariño
No tienes fin!
ResponderEliminarM.
Está científicamente demostrado que todo o parte del siglo veintiuno se subsumirá en una anodina nada el día menos pensado. Solo unos pocos se apercibirán del fenómeno. No es improbable o imprevisible que, impasibles, eviten sustraerse a su imposibilidad.
ResponderEliminarCuriosa entrada y teoría.
ResponderEliminarbuenísimo.
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