[imagen: Ray Caesar]
Los adolescentes
muertos de sífilis
son demasiado bellos
para ser enterrados:
colocamos sus cuerpos
en la mesa del comedor
y amputamos sus manos
para dárselas como recuerdo
a las damas caprichosas
que vomitan pelo castaño
en medio del invierno.
Yo quisiera ese amuleto.
ResponderEliminarSon poderosas las imágenes de este poema. Me gustó mucho...Beso
ResponderEliminarOh, sí. Por favor.
ResponderEliminarTalismanes.
ResponderEliminarY miramos la sangre que no brota, esperando, esperando quizás a que se levanten y nos abracen de nuevo.
ResponderEliminarSiempre tengo la sensación cuando te leo, de que no se parece a nada que haya podido visualizar antes. Poderosa imaginería, como dicen por ahí arriba...
ResponderEliminarJODER!!!!!!!!! QUÉ BUENO, LAYLA!!!!!!!!1
ResponderEliminarni damas,que vomitan en invierno..
ResponderEliminarni adolescentes,ni bellos,los cuerpos.
ni sífilis, ni muertos
ni castaños,los pelos
ni manos que gritan
ni miembros que quitan
ni estoy entre ellos.
EL DIOS DEL INFIERNO.