Laura Makabresku
Los ancianos también habían sido pequeñas bestias hambrientas y egoístas, pero lo habían olvidado. Lo habían olvidado todo en aquellas casa. La condición para entrar en aquella casa era olvidarlo todo, sobre todo los nombres. Todos los nombres tenían que ser olvidados. Lo único que recordaban los ancianos eran las canciones. Canciones que tatareaban obsesivamente y que hacían sangrar los oídos. Canciones que no tenían letra pero que hablaban de mantis religiosas. Que provocaban convulsiones. Pero los ancianos nunca estuvieron en la cima de la cadena alimentaria.
[Fragmento del cuento que estoy escribiendo para un libro colectivo llamado "Que no nos vuelva a arrastrar la corriente". El cuento aún no tiene título. No sé si debe tenerlo.]
He entrado en el flickr de Laura Makabresku y he alucinado al ver que todas sus fotos son de calma y "modernez" mientras que la que has puesto tú tiene todo eso pero muy camuflado por la oscuridad y el tintineo de la cámara. Es como si fuera la cara oculta de esa fotógrafa.
ResponderEliminarY como te han dicho en el Facebook, tanto los niños como los ancianos dan cierto miedo y repelús, será porque están en los dos extremos del ciclo vital.
Este comienzo deja con ganas de más.
¡Me gusta! Apetece continuar leyendo.
ResponderEliminar(De las fotos más guays de Laura)
Es verdad: mis versos son más largos que los tuyos. También muy malos y sin posibilidad de pasar por la picadora (los míos).
ResponderEliminarTe admiro y ya te lo dije más de una vez. Una de las pocas poetas mujeres que se sale del molde y logra conmoverme.
Un beso o 2 #
(A ver si sale mi comentario)
quiero leer más :)
ResponderEliminarNunca me han gustado las ancianas ;)
ResponderEliminarlos ancianos nos dan miedo porque son lo próximo de nuestra carne. ellos nos mira sabiéndolo. me gusta.
ResponderEliminarBuffff, ya me has dejado con ganas de más...y de ver las cuatro partes cosidas, gracias por la parte que me toca.
ResponderEliminarleyendo esta apología de la eutanasia tengo la certeza de que a todos se nos han subido la cabeza los recortes y de que a la tercera edad la acabaremos gaseando
ResponderEliminarmuy grande Lay.
ResponderEliminarSiempre inconfundeible tu narratividad alucinada. Pesa mucho. Ganas de leerlo.
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