Manadas de turistas
corren violentamente
por sus jaulas
como si sus rótulas
fuesen a desencajarse,
como si los grumos
provocasen la fiebre.
Demasiado vino azul
en la adolescencia
demasiados delirios
de formas tentaculares.
Ahora sólo nos quedan
los labios morados
y el sudor blanco
del incesto.
Quedó mono: un pene con forma de poema ¿o es al revés? He aquí el incesto.
ResponderEliminarIncesto y ouija. Dos grandes necedades (in)necesarias.
ResponderEliminarLos pelos como escarpias
ResponderEliminarLlevo todo el rato con la paranoia de que ponía "El sudor blanco del incienso"... Jajaja
ResponderEliminar"me estoy ablandando..."
ResponderEliminar(malditaseassiempre)
el sudor blanco
ResponderEliminardel incesto.
Me encanta. Hace unos días que tengo dando vueltas la palabra "incesto" en la mente.
Un beso o 2 #
Pues sí, menos mal que está blandita...
ResponderEliminarmijita, tu si que escribes bien!
ResponderEliminarpues sí, ya me tienes abandonada (yo también te tenía)
ResponderEliminartú poema a mí; me has cosido la palabra Layla, esto me ha quedado como el vino incesta las mucosas,
Estremecedor
ResponderEliminar¡cómo puede alguien...?
Hedor a sudor blanco. Lágrimas encariñadas con el sudor.
ResponderEliminarDe muerte, implacable.
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