He visto llorar a mi madre
en la cola del paro.
He visto cómo la humillaba
el director de la sucursal
delante de sus hijos.
He visto la frustración,
las facturas, los embargos,
las letras sin pagar,
las heridas abiertas
supurando pus,
el dolor.
No podéis
prohibirme
el genocidio.
Yo no vine
con un pan
debajo del brazo.
Vine con un cuchillo.
Que buenoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.
ResponderEliminarBien.
Biennnnnnnnnnnnnnnnn.
Aplausos.
Me gusta mucho.
Besos.
Ohhh ... como piensas eso ! :S
ResponderEliminarcuando deje de estar afilado te regalo una buena navaja de Albacete...:P
ResponderEliminarla primera y la última frase
ResponderEliminarentre
la piel duele
I M P E C A B L E
ResponderEliminary bien afilado además.... GRANDE
ResponderEliminaracuchillemos pues!
ResponderEliminargenial layla!
¡Pum! Directo al corazón.
ResponderEliminarEsto es demasiado.
Que jodidamente bien está el poema.
Menudo guantazo.
ResponderEliminarbru-tal nena, como siempre
ResponderEliminarsi supieran los bankeros!!!
muuuuaaaaaks
mi hijo vendra con una AK 47
ResponderEliminarjajaja estáis todos invitados a la masacre..
ResponderEliminarun besazo enorme!
Qué navajazo en el vientre pútredo de la noche. Iba a decir "Vida". pero prefiero Noche.
ResponderEliminarAbrazos suicidas.
SL
Algún día lo pagarán ellos.
ResponderEliminarAlgún día
Algún día
Algún día.
Ya verás.
Querida Layla, lo primero quiero disculparme por no haber pasado estos días, he perdido n a amiga de la niñez y eso a mi edad (bueno, la verdad a cualquier edad) te hace pensar mucho y yo cuando pienso me deprimo.
ResponderEliminarIba a comentar te el ultimo que has publicado, pero he visto este y no he podido reprimirme, en cierto modo es poesía social, pero a tu manera, no eres bruta (como te dije la primera vez ¿te acuerdas, cielo) eres dura, incisiva, y quizá cruel pero diriges ese odio de una forma tan quirúrgica que si los que han provocado todo esto supieran leer temblarían aterrorizados.
Eres brutal...
ResponderEliminarTe sigo